La asamblea de la organización saca adelante su propuesta de ir hacia un liderazgo compartido
El portavoz nacional de Anova, Xosé Manuel Beiras, abrió ayer la puerta a concluir lo que él ha denominado su "epílogo", su última etapa en la primera línea de la política desde que la retomara para presentarse en las elecciones autonómicas de 2012.
Una advertencia que, en todo caso y como el propio Beiras matizó, está condicionada a que la organización que él contribuyó a fundar hace dos años mantenga su "congruencia y fidelidade" con los principios fundacionales. "O que vai ser depende de Anova. Nunca fun caudillo nin tiven vocación. É Anova a que ten que dicir que espera de Beiras", señaló para manifestar además que confía en que el resultado de estas jornadas de plenario "sexa aberto e escrupuloso".
Avisó además de que "se non saíse un resultado que permitise congruencia plena cos principios fundacionais de Anova" se produciría su paso atrás. "Eu daría por concluída a miña etapa de epílogo, o que eu chamo o meu epílogo", manifestó.
"Temos que ser congruentes. Ou Anova pon de manifesto nesta asemblea que efectivamente é congruente co deseño, ou se non haberá que concluír dende o meu punto de vista que se foi do camiño marcado", señaló antes de asegurar que el "non" está por estar.
Anova-Irmandade Nacionalista daba los primeros pasos hacia ese liderazgo compartido propuesto por Beiras en las primeras votaciones de su II Asamblea Nacional. La actual dirección de Anova, con Martiño Noriega como uno de sus referentes, hizo prevalecer su postura para que la asamblea elija a los 75 miembros de la Coordinadora Nacional, de manera que ésta sea la que escoja un portavoz o portavoces de toda la organización, propuesta que defiende Beiras y que quedaba explicitada como acuerdo verbal en los primeros debates.
