TRIBUNALES

La defensa del acusado de asesinato en Cedeira lo atribuye a una casualidad

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photo_camera Un momento del juicio que se celebra en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, contra el hombre acusado de asesinato por atropellar a una persona.

El atropello ocurrió en 2012 cuando el acusado, que conducía un turismo, siguió su trayectoria llevándose por delante al fallecido

La defensa del acusado de asesinato por atropellar a una persona, cuyo juicio oral ha comenzado esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, ha negado cualquier intencionalidad y ha atribuido lo ocurrido a una "terrible casualidad".


Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en el mes de agosto de 2012 cuando M.C.P conducía su vehículo por Cedeira (partido judicial de Ortigueira), y, según el escrito de la Fiscalía, divisó a J.J.G.C. y siguió su trayectoria hasta que se le presentó la oportunidad de atropellarlo por ir "caminando por la calzada en el mismo sentido de su marcha".

El informe acusatorio también establece que, debido a que mantenían "desde hacía al menos cinco años una intensa enemistad", el procesado sentía un "fuerte resentimiento" y decidió "aprovechar las circunstancias para vengarse de él por todas sus denuncias y demandas".

El abogado de la defensa ha argumentado que su cliente no interpuso ninguna demanda contra la víctima, por lo que a su entender demuestra que no existía intencionalidad en atropellarla y ha añadido que, tras el accidente, el encausado tuvo que ser atendido por "un ataque de ansiedad" al percatarse de lo sucedido.

El letrado de la acusación, José Luis Gutiérrez Aranguren, ha pedido que se acepte una nueva prueba que consiste en la declaración del abogado que tramitó las denuncias de la víctima hacia el acusado por haber fallecido el hijo de ésta -debido a causas naturales- que en un principio iba a dar fe, él mismo, de la mala relación entre ambos.

Además, considera que "el conductor veía por dónde caminaba la víctima" y que el camino se encontraba totalmente despejado, por lo que ha atribuido lo sucedido a "los hechos ocurridos con anterioridad al fatídico día".

Sin embargo, los atestados de la Policía Local reconocen, según la defensa, que se trató de un accidente por las marcas de frenado generadas en la calzada y el "volantazo efectuado hacia la izquierda" por parte del conductor y ha insistido en que el atropellado "circulaba indebidamente" por la carretera en lugar de por la acera.

Mañana continuará la vista, en la que participa un jurado popular de once miembros, y declarará el encausado, que esta mañana mostraba visibles síntomas de angustia entre lágrimas mientras su letrado explicaba los trastornos generados en su vida pública y privada por ser "injustamente procesado", bajo su entender, por un delito de asesinato.

El Ministerio Público pide una pena de 18 años por el delito de asesinato y tres más por obstrucción a la justicia, mientras que Gutiérrez Aranguren reclama 20 años de cárcel por homicidio y 4 por obstrucción a la justicia, así como 110.000 euros para la viuda de la víctima y 15.000 para cada uno de sus hijos. 

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