La Policía Nacional detuvo a siete integrantes del mismo clan familiar gitano de origen portugués, que supuestamente tenían retenidas a varias personas en régimen de semiesclavitud, obligándoles a trabajar durante 17 horas diarias construyendo palés
Los liberados estaban amenazados y habían sido reclutados en los municipios cercanos de Oporto, Portugal, ofreciéndoles 600 euros mensuales. Al llegar a Vigo eran confinados en dos poblados donde trabajaban de sol a sol por 20 euros semanales y la comida.