EDUCACIÓN

Las deudas ahogan el futuro de la Universidad de Santiago

photo_camera Juan Viaño, rector de la USC, posa ante la sede del Rectorado de Santiago de Compostela

El equipo del rector Juan Viaño renegocia con los bancos los 55 millones en pagos pendientes

La Universidad de Santiago de Compostela (USC), una de las más antiguas del mundo, se enfrenta a unos problemas financieros como nunca en su larga historia. "Si no somos capaces de hacer un plan de reequilibrio que nos reajuste el déficit que tenemos, no somos capaces de seguir adelante", reconoció el vicerrector de Comunicación y Coordinación, José Pereira. De las tres universidades gallegas, la de Santiago es la de mayor volumen en todos los sentidos, tanto en titulaciones académicas como en personal e infraestructuras.

A los ya ingentes de por sí gastos corrientes se une el estado de varios de sus edificios, vetustos en algunos casos y sin un mantenimiento periódico. Todo lo contrario que la Universidad de Vigo, fundada en 1990, y la Universidad de A Coruña, creada en 1989, mucho más jóvenes y considerablemente menos lastradas por los problemas financieros. Además, la compostelana tiene que soportar titulaciones mucho más costosas que las que afrontan sus vecinos de A Coruña y Vigo, tal es el caso de la carrera de Medicina, por poner un ejemplo.

La USC ha presentado esta misma semana a la Consellería de Facenda un severo plan de ajuste económico-financiero, con la confianza de que sea aprobado. A ello ha obligado el elevadísimo déficit que acumula, que alcanzará los 16 millones de euros a finales de año, y el hecho de no poder hacer frente a una deuda que roza los 55 millones de euros y cuya refinanciación ha empezado ya a negociar con las entidades bancarias.



Recortes de personal

Para ello, el equipo que dirige el rector Juan Viaño, que llegó al cargo hace cuatro meses, ha presentado un plan de ajuste que prevé la amortización de unos 300 profesores y personal no docente en un plazo de cuatro años, y que ha levantado controversias en el Consejo Social de la institución académica. Algunas organizaciones sindicales, como la Confederación Intersindical Galega (CIG), dijeron esta semana que solo el compromiso financiero del Gobierno gallego puede salvar a la Universidad de Santiago de Compostela. Los sindicalistas se quejan de que el plan financiero incide en enjugar la deuda de la USC a costa de su personal.

Llegados a este punto, Óscar Rodil, presidente del comité de empresa de Personal Docente e Investigador Laboral del Campus de Compostela, dijo que "la parte fija para financiar la USC no da ni siquiera para pagar las nóminas".

El vicerrector comentó sobre los departamentos que en los próximos cuatro años puedan quedar "desmantelados" con la jubilación de varios de sus trabajadores, que el equipo rectoral tendrá que hacer "lo imposible" para que esa área no desaparezca.

Pero lo más preocupante son las consecuencias que esta situación pueda llegar a tener en el apartado académico. El efecto sobre las titulaciones y la investigación son ya muy graves y prueba de ello es que "se están dejando de leer tesis", afirmó Alba Nogueira, presidenta de la Junta de Personal.

Los cálculos de los sindicatos revelan que el recorte en Personal Docente e Investigador se reducirá en unas 500 personas, a lo que se une el envejecimiento del personal.

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