La explosión causó, esta madrugada, cuantiosos daños materiales en la Casa Consistorial y afectó a algunas viviendas adyacentes
La detonación que se produjo poco antes de las cinco de la mañana en la Casa Consistorial del municipio lucense de Baralla y que afectó a algunas viviendas adyacentes fue provocada por un artefacto explosivo colocado ante la entrada principal del Ayuntamiento, han señalado a EFE fuentes de la investigación.
De momento, se desconoce la composición del explosivo empleado, pero ya trabajan en la zona expertos de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo y especialistas en Desactivación de Explosivos de A Coruña para determinar su origen.
Las fuentes han explicado que está descartado que la explosión se deba a un hecho fortuito o provocado por un accidente.
El alcalde de Baralla, Manuel González Capón (PP), ha indicado a EFE que la explosión se produjo a las cinco menos veinte de la madrugada, hora en la que se quedó parado el reloj del Ayuntamiento.
También ha comentado que la explosión provocó un "gran estropicio" en el edificio consistorial y que se escuchó en pueblos situados "a cuatro o cinco kilómetros" de la capital municipal, en palabras del alcalde.
Por este hecho ha sido cortada al tráfico la carretera N-VI desde las seis de la madrugada en el kilómetro 470, ya que restos de estructura han llegado a la calzada.
Mientras se espera a que esté completamente limpia la calzada, el tráfico ha sido desviado a una vía paralela
Manuel González Capón (PP), fue muy criticado cuando en un debate plenario en el que se condenaron las acciones del movimiento Resistencia Galega justificó la violencia ejercida durante el franquismo por el régimen de la dictadura.
Este regidor ha preferido hoy aguardar a los resultados de las indagaciones antes de pronunciarse sobre si considera que lo sucedido puede ser un atentado y si lo ve comparable a lo ocurrido el 7 de octubre de 2013 en el Ayuntamiento de Beade (Ourense), gobernado por el popular Senén Pousa, un alcalde que se definió como franquista y cuyo consistorio quedó destrozado por un explosivo atribuido a Resistencia Galega.
