Detenido al presunto autor de un incendio en un parking de Pontevedra

Los agentes le acusan de haber prendido fuego intencionadamente a un vehículo de la marca Audi 100 que llevaba algún tiempo estacionado

La Policía Nacional de Pontevedra ha detenido a un vecino de la localidad de 30 años y con antecedentes, como presunto autor del incendio que afectó al aparcamiento subterráneo de la Avenida Montero Ríos, registrado en la noche del pasado sábado 2 de agosto. Los agentes le acusan de haber prendido fuego intencionadamente a un vehículo de la marca Audi 100 que llevaba algún tiempo estacionado.

La empresa concesionaria del aparcamiento ha calculado que los daños y perjuicios causados por este incidente, en pleno inicio de las fiestas de la Peregrina, rondan los 250.000 euros.

A consecuencia del fuego, el aparcamiento fue desalojado por motivos de seguridad y permaneció cerrado al público durante varios días debido a los graves desperfectos ocasionados y a la acumulación de humo en el interior de la instalación.

El suceso movilizó a varias dotaciones de la Policía Nacional y de la Policía Local de Pontevedra, así como a los bomberos, que se ocuparon de la extinción de las llamas y de la ventilación del recinto. La investigación realizada por la Comisaría Provincial de Pontevedra ha derivado en la detención, el pasado martes, del supuesto incendiario, que quedó a disposición judicial.

POLÉMICA

El incendio que se produjo en el segundo sótano del parking bajo el paseo de Montero Ríos había provocado un cruce de acusaciones entre la concejal de Fiestas de Pontevedra, Carme da Silva, y el portavoz del grupo municipal del PP, Jacobo Moreira. Este último había criticado al Gobierno local por la "imagen lamentable" ofrecida ante vecinos y turistas afectados por la falta de información y atención al público.

Moreira anunció que pediría explicaciones en el próximo Pleno por la ausencia de un responsable municipal durante el operativo de emergencia, a lo que la edil nacionalista respondió que eran los "profesionales" quienes tenían el control de la situación, que le comunicaban "telefónicamente" la evolución del dispositivo.
 

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