Los chóferes recibían un mensaje de texto en el móvil con órdenes de carga y descarga de productos y tenían que falsear varios certificados
Agentes de la Guardia Civil han imputado en Lugo a los responsables de una empresa con sede en Abadín como presuntos autores de un delito de falsedad documental por ordenar a sus conductores hacer certificados falsos de haber lavado cisternas de los camiones en la empresa cuando se encontraban a más de mil kilómetros de distancia de la misma.
Según ha informado el Instituto Armado, los imputados son los socios administradores, una pareja de 48 y 47 años, y el responsable de tráfico de la empresa, de 30 años, residentes en Abadín (Lugo), los cuales gestionan una empresa dedicada al transporte de productos a granel destinados a la alimentación.
Estas personas supuestamente ordenaban a sus conductores la confección de certificados falsos de haber lavado las cisternas de los camiones en el propio lavadero de la empresa, cuando estos se encontraban incluso a más de mil kilómetros de distancia de Abadín, según han precisado las mismas fuentes.
Los transportes se realizan entre varios puntos dentro de la geografía española y el Sur de Francia, cargando en ocasiones con aceites pesados, breas de destilación y residuos relacionados con la producción de biodiesel y, en otras, con productos destinados al consumo humano, como leche, vino y zumos.
Al respecto, la Guardia Civil precisa que no quedaba "garantizada la realización del lavado necesario establecido en el reglamento Ce 852/2004, dado que la documentación era falseada por orden de los imputados", utilizando para ello certificados del lavadero de la empresa que eran entregados a los conductores antes del viaje.
MENSAJE DE TEXTO
A los conductores les llegaban en forma de mensaje de texto a un teléfono móvil las órdenes de carga y descarga de los diversos productos, "sin cumplir los requisitos necesarios y viéndose obligados a falsificar varios certificados de lavado de las cisternas", según puntualizan las mismas fuentes, que unas veces transportaban productos residuales --aceites usados, residuos de animales, de vegetales y otros-- y, otras veces, productos destinados al consumo humano, "desconociéndose el riesgo real que pueda tener esta conducta delictiva para la salud pública".
Las tres personas imputadas en relación a los citados hechos han sido puestas a disposición judicial, según ha indicado el Instituto Armado.
