TRAGEDIA ANGROIS

Los gallegos rinden tributo hoy a las víctimas de Angrois

photo_camera Un Alvia pasa por el lugar en donde se produjo el accidente (Foto: Xoán Rey)

Las incógnitas del accidente persisten un año después, mientras los afectados piden responsabilidades 

El maquinista Francisco José Garzón Amo no pudo salvar en 2013 la curva de A Grandeira, a la altura del barrio compostelano de Angrois, zona cero de la tragedia ferroviaria de la que hoy se cumple un año y sobre la que pesan interrogantes y la petición unánime de una exhaustiva investigación. Víctimas de ese infortunio se concentrarán en el Obradoiro este 24-J para exigir "la verdad" y que se depuren responsabilidades por un siniestro que se produjo, aducen, por no aminorar o eliminar el riesgo en este tramo de la línea entre Santiago y Ourense en el que se contempla una reducción drástica en la velocidad de circulación.

La protesta, a las once y media de la mañana, se produce "por obligación" y contra la "verdad oficial" que únicamente señala como responsable al conductor de ese tren "que efectivamente se distrajo" pero el cual, en la desgarradora llamada que realizó poco después de descarrilar, lamentó que sus demandas no hubiesen sido atendidas a tiempo: "Ya le dije al de seguridad que esa curva era peligrosa, que un día nos la íbamos a tragar. Somos humanos y esto podía pasar".

El actual juez instructor de la causa, Andrés Lago Louro, se ha dado un tiempo para ver la investigación de su antecesor, Luis Aláez, quien siguió una línea que apuntaba a una causa múltiple como desencadenante, y no únicamente al despiste de una persona que atendió la llamada telefónica del interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán.

La Audiencia de A Coruña está pendiente de resolver los recursos de la Abogacía del Estado y la Fiscalía contra las imputaciones de doce cargos que estaban en la cúpula del gestor ferroviario Adif en 2011, y a los que se acusa de la presunta comisión de un delito contra la seguridad colectiva y de ser hipotéticos partícipes en los de homicidios y lesiones. Todos ellos se acogieron a su derecho a no declarar.

Actos de la jornada

La Xunta recordará este drama humano al hacer recaer la Medalla de Oro de Galicia en las víctimas, voluntarios y profesionales que colaboraron en el auxilio, todo durante una emotiva ceremonia que se celebrará a la una de la tarde en el Museo Centro Gaiás. A las cinco, serán familiares y amigos del pasaje de ese convoy los que recordarán a los que ya no están en una misa funeral en la Catedral y a las siete, en Angrois, los murmullos ahogados, aquellos que hacen que el 24 de julio de 2013 no quede sepultado en el olvido, se transmutarán en rosas blancas, con la referencia de todos y cada uno de los que hace un año vivían y hoy no lo hacen. A las once y media de la noche, los Fuegos del Apóstol, que se suspendieron en su última convocatoria, homenajearán a los que nunca serán olvidados, en un montaje en la Praza do Obradoiro.

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