Los familiares evitaron la muerte del hombre después de que tratase de colocarse una soga al cuello y colgarse del balcón.
Un hombre residente en la localidad pontevedresa de Bueu acusado de intentar agredir sexualmente a su esposa en dos ocasiones, por lo que la Fiscalía pide diez años y ocho meses de prisión, comparecerá mañana ante la Audiencia de Pontevedra, informaron hoy fuentes judiciales.
Según la Fiscalía, el hombre tenía en vigor una orden de alejamiento de la esposa y en una de las ocasiones en que intentó agredirla sexualmente todavía vivían juntos.
Según recoge el escrito de acusación, el acusado y su víctima estaban casados y llevaban conviviendo 45 años.
El primer intento de abusos sexuales, según la Fiscalía, fue a las 23:00 horas de 1 de enero de 2015 y las 02:30 horas del día 2, cuando, con ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales, el hombre abordó a su mujer a la salida del dormitorio y tras caer al suelo se colocó sobre ella y le rompió la ropa mientras la tocaba por todo el cuerpo.
La mujer consiguió escapar y se escondió en el cuarto de baño, pero fue perseguida por el procesado, que intentó de nuevo consumar la violación tanto en esa estancia como en el dormitorio, siempre sin éxito debido a la fuerza que hizo ella, que denunció esa agresión.
El Juzgado de instrucción número 1 de Marín impuso entonces al acusado una orden de alejamiento de su mujer durante dos meses, pero a pesar de ello diez días después acudió al domicilio en el que estaba ella y le dijo que se iba a matar, pero que antes quería mantener relaciones sexuales.
A continuación, le arrancó la ropa y la llevó a la cama, donde intentó agredirla, sin conseguirlo debido a su resistencia.
Tras ello, el acusado intentó suicidarse atando una soga alrededor del cuello y colgándose del balcón, pero fue rescatado por familiares del matrimonio, que cortaron la cuerda impidiendo que llegara a acabar con su vida.
La Fiscalía considera al hombre autor de dos delitos de agresión sexual en grado de tentativa y uno de quebrantamiento de medida cautelar.
Además, pide la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar donde se encuentre, así como de comunicarse con ella durante trece años y ocho meses.
