TEMPORAL

Las inundaciones y cortes de luz se cebaron con Vigo

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photo_camera Las fuertes inundaciones al lado del Campo de Balaídos.

El mal tiempo llegó a dejar sin electricidad a 9.000 clientes en Vigo

Galicia sufrió ayer la segunda jornada de temporal con la lluvia como protagonista, al alcanzarse registros cercanos a los 100 litros por metro cuadrado en la provincia de Pontevedra, una situación meteorológica que dejó inundaciones y problemas en el transporte y el suministro eléctrico. El mal tiempo llegó a dejar sin electricidad a 9.000 clientes en Vigo, aunque la cifra se fue reduciendo a lo largo de la tarde, informaron fuentes de Gas Natural Fenosa. Todas las averías fueron por inundación de centros de transformación, en algunos de los cuales el agua acumulada superó el metro de altura, detallan las fuentes.

La ciclogénesis explosiva entró con dureza en la zona sudoeste de Galicia, con fuertes vientos y lluvia abundante durante la primera mitad de la jornada, todo acompañado de un aumento en la temperatura, superior a los quince grados centígrados. Las rachas de viento más altas se registraban en las montañas del interior de la Comunidad, con 107,3 kilómetros por hora, y en la zona de Vigo, con 102,6, mientras que en el norte las velocidades se mantuvieron por debajo.

Llama la atención la cantidad de lluvia que cayó, en especial en la provincia de Pontevedra, que es la que más sufrió el fenómeno que afectó de forma mayoritaria a la mitad sur de Galicia. Dos estaciones meteorológicas situadas muy cerca de Pontevedra y Vigo registraban 96,8 y 92 litros por metro cuadrado, respectivamente, que causaron colapsos de tráfico en algunas zonas.

Las inundaciones afectaron a varias zonas de Vigo, que se convirtió en un inmenso charco durante horas por el desbordamiento del río Lagares en la zona de Balaídos, circunstancia que provocó que un joven se quedase atrapado en su coche. Después, un camión cortó la A-55 en sentido hacia esa localidad tras sufrir un accidente y el Ayuntamiento desaconsejó circular en automóvil en la medida de lo posible, hasta que las condiciones mejoraran. Algunas alcantarillas funcionaron como auténticos géiseres y el caos circulatorio fue tal que duró varias horas en el entorno de la plaza de América.

La fábrica de PSA Peugeot Citröen recuperó la actividad en sus dos líneas de producción tras un parón obligado por la caída del suministro eléctrico. La caída de tensión se produjo hacia la una de la tarde, y la actividad se fue recuperando de forma paulatina hasta hacerlo de forma total pasadas las cinco y media de la tarde.

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