Afirma en una auto que "ha de procurarse un juicio cuanto antes a personas que llevan meses en prisión"
El juez que investiga el caso Asunta Basterra notificó ayer a las partes un auto en el que da por concluida la instrucción por la muerte de la pequeña, cuyo cuerpo fue encontrado en una pista forestal en Teo, cerca de Santiago de Compostela, en septiembre de 2013. El instructor, José Antonio Vázquez Taín, de quien esta semana se conoció su sustituta al frente del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, Margarita Guillén Vázquez, deniega las pruebas solicitadas por las partes, al considerarlas "abusivas, dilatorias, innecesarias o que ya han sido realizadas", informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Por este caso permanecen en prisión Alfonso Basterra y Rosario Porto, padres de la pequeña, que entonces tenía doce años, por su presunta implicación en la muerte de la menor. El juez entiende que "toda vez que no existe ninguna prueba pendiente que pueda considerarse imprescindible para decidir sobre la procedencia de la apertura del juicio oral" se da traslado a las partes para que en cinco días "insten lo que estimen oportuno" y formulen, si así lo consideran, escrito de conclusiones.
En el auto, el juez Taín deniega la pretensión de la abogado de Basterra de practicar más pruebas, al entender que ninguna de ellas "anularía o neutralizaría" los indicios existentes contra los imputados, por lo que no "alterarían las circunstancias relativas a la apertura o no de juicio", señala sobre más testigos propuestos por la defensa. Rechaza además nuevas pruebas testificales de toxicología porque "son claramente abusivas y dilatorias", pues los informes de los técnicos hace meses que constan en la causa.
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Para el juez, ahora "ha de procurarse un juicio cuanto antes a personas que llevan meses en prisión" y dilatar el proceso "carece de sentido". En su auto, señala que tras ocho meses de instrucción las partes no pueden ahora pretender iniciar una nueva y señala que "técnicamente existen indicios que han sido analizados y enumerados hasta la saciedad que indican" que Alfonso Basterra "participó activamente en la adquisición prolongada en el tiempo de Lorazepan, que suministró a la asesinada".
También que participó en el suministro del fármaco a la pequeña para "anular su voluntad y facilitar así su asesinato" y hay, además, indicios, dice el escrito del magistrado, de que "adquirió y participó en la inmovilización con cuerdas y asfixia mecánica de la menor" y en el intento de "confundir a la Policía indicando" que la niña había permanecido en casa, "cuando él la llevó al vehículo, conducido por Rosario". Por ello, ninguna de las pruebas solicitadas "anularía" dichos indicios.
