La Guardia Civil de Tráfico tuvo que avisar a los conductores del peligro con coches de advertencia
La lluvia que cayó durante toda la noche y parte de la madrugada de ayer domingo sobre la comarca originó todo un rosario de accidentes en las principales carreteras de entrada a la ciudad de Vigo. Ante esta situación, la Guardia Civil de Tráfico puso en marcha un protocolo de actuación por el que varios vehículos con señalización alfa numérica circularon de manera cíclica a lo largo de toda la jornada por la autovía A-55 reclamando precaución a los conductores dada las condiciones adversas para la circulación.
El momento más complicado se vivió sobre las cuatro de la tarde, cuando se registraron en apenas sesenta minutos seis accidentes de circulación en la A-55 en sentido Vigo. En uno de los siniestros, el conductor del turismo perdió el control e impactó contra la mediana, sufriendo como consecuencia diversas lesiones de las que fue atendido en un centro sanitario.
En el mismo punto, poco después, una furgoneta también perdió el control como consecuencia del estado en que se encontraba el asfalto, extremadamente resbaladizo como consecuencia de la pérdida de líquidos del coche siniestrado con anterioridad. Al lugar se trasladó una dotación de los bomberos que procedieron a limpiar el asfalto así como agentes de la Guardia Civil de Tráfico para dirigir el tráfico y evitar nuevos accidentes y colisiones.
