La plantilla de Urbaser, concesionaria del servicio de recogida de basura, ha decidido por unanimidad incumplir los servicios mínimos y es ya su quinto día de huelga
Patricios, gladiadores, celtas, romanos y castrexos celebran el Arde Lucus en una ciudad que este fin de semana ha retrocedido en el tiempo más de dos mil años, pero cuya actualidad la mantiene inmersa en una huelga de basura, que ya ha alcanzado su quinto día y que se refleja en los residuos acumulados.
La plantilla de Urbaser, concesionaria del servicio de recogida de basura, ha decidido por unanimidad de los 139 empleados incumplir los servicios mínimos impuestos por el Ayuntamiento de Lugo, de un "cien por ciento" en las zonas en las que se conmemora esta fiesta declarada de Interés Turístico Gallego y que suma trece años de vida.
La jefatura territorial de la Consellería de Sanidad ha detectado riesgos para la salud en tres puntos, a falta de más inspecciones, y en esta jornada, al igual que en otras anteriores, hosteleros de la zona han echado mano de la escoba para, por un lado, mantener la salubridad y, por otro, intentar que sus negocios no se resientan.
Si finalmente de la retirada de la basura se encarga la empresa pública Tragsa, cuando ya se acumulan unas mil toneladas, los operarios de Urbaser han señalado que denunciarán este hecho ante la Fiscalía.
El Arde Lucus coincide con el aniversario de la muerte del emperador Augusto, fundador de Lugo. Son miles de personas las que evocarán la fundación de la ciudad amurallada en el siglo I, la única en el mundo con una muralla romana conservada íntegramente y que se puede recorrer.
La conmemoración comienza en el puente romano, rehabilitado, y continúa hacia el centro de la ciudad, donde estarán el general al mando de las tropas y el propio César, que vendrá a Lugo y estará acompañado en estas fiestas.
Los visitantes aprovechan para celebrar bodas y bautizos celtas y romanos, para disfrutar de circos y visitar campamentos con distintas tropas y legiones, así como para ver el espectáculo de los gladiadores llegados de Roma.
El pasado romano, según el alcalde Xosé López Orozco, tiene mucho que ver con la cultura y la forma de ser de los lucenses, que se caracterizan por recibir con hospitalidad a todos quienes allí se desplacen.
