ENTREVISTA

Luis Piedrahita escribe un "diccionario" de humor "pata negra"

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photo_camera Luis Piedrahita.

El libro reúne 222 términos que el humorista gallego ha inventado a lo largo de 5 años

"Wifigüeño", aquella persona que va por la calle buscando redes de WiFi abiertas. Esa es una de las palabras que Luis Piedrahita ha inventado para "Cambiando muy poco algo pasa de estar bien escrito a estar mal escroto", un diccionario de humor "pata negra" para definir cosas huérfanas de nombre.

El libro reúne 222 términos que el humorista gallego ha inventado a lo largo de 5 años para el programa televisivo "El Hormiguero" (Antena 3) y el radiofónico "La ventana" (Cadena Ser).

La idea, ha explicado hoy en una entrevista con Efe el humorista y mago (A Coruña, 1977), no es simplemente inventar palabras graciosas o nuevas, sino "partir de situaciones que todos hemos vivido, para darles un término que las defina".

En cada página puede leerse una definición de la situación reconocible "en tono humorístico", luego la palabra propuesta con su definición erudita y un ejemplo práctico.

Así, por ejemplo, un significado "huérfano" de nomenclatura tal como "la propina miserable, que avergüenza al que la entrega y despierta la compasión del que la recibe", ya tiene gracias a él un significante que lo define: "propena".

"Creo que es el libro más divertido de los que he escrito. Está mal que yo lo diga, pero creo que es el libro del humor, un templo de juegos de palabras. Llevo 5 años trabajando el texto y por eso está muy cuidado, busco muchos sinónimos para que no quede redundante, ni feo, sino para que sea lo más bello posible", ha asegurado el también ilusionista ganador del "Nobel de magia", que otorga la Academia de las Artes Mágicas de Hollywood (EE.UU.).

La magia, apunta, tiene tres cosas en común con el humor: ambos tienen como ingrediente principal el ingenio, "la hermana pequeña de la inteligencia" y ambos deben sorprende al espectador con un final inesperado.

"En la magia no te pueden ver el truco y en el humor es lo mismo, poco a poco voy construyendo el chiste, pero no lo puedes ver venir", revela.

El tercer punto en común, dice, aunque no es imprescindible para todos los tipos de magia o de humor, es que ambos deben acercarse al "pensamiento poético", y no solamente sorprender o hacer reír, sino también "emocionar" al espectador o al lector.

"El humor de pata negra tiene que disparar dos balas: una que va al cerebro, la del ingenio y otra que vaya al corazón, que es la que emociona. Si solamente dices cosas ingeniosas la gente se ríe, pero es algo frío. Hay que hacer algo que haga un pellizquito en el corazón", señala el escritor.

Su fórmula para hacer reír ha sido tan bien recibida, que el humorista presentará nuevamente su espectáculo "Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas", desde el 6 octubre en los cines Callao, una comedia que, advierte, "no habla de amígdalas, ni tiene chistes sobre tejido linfoide".

"La parte del cuerpo que más enseña la persona que ríe son las amígdalas y cuando la gente se ríe, lo que yo veo desde el escenario es un jardín florido de amígdalas, que son del público, pero yo las considero mías, de ahí viene el nombre", explica.

En cambio, el monólogo que comienza cada viernes y sábado a las 23:59 porque, bromea, "a las 00:00 sería muy confuso", habla de cosas pequeñas de la vida cotidiana que "hacen a la vida realmente grande".

Desde los ascensores, las salas de espera, las polillas o los hoteles, Piedrahita reflexiona sobre "el tiempo que perdemos en la vida, cómo nos pasamos la vida esperando, sin pensar que solo se vive una vez y es esta".

"Creo que es un espectáculo muy redondo. No soy solo yo subido en el escenario diciendo chistes, porque si solamente dices cosas ingeniosas la gente se ríe, pero es algo frío. Por eso trato de que el público atraviese un abanico de emociones muy completo aparte de reír, que sientan un poquito de ternura, de nervios o nostalgia", apunta. 

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