JUICIO ASUNTA

La madrina de Asunta: "La niña estaba como un roble"

Relató que la última vez que la vio fue el 27 de agosto, cuando ella se volvía de Vilanova, donde había pasado unos días con Asunta. "Estaban allí los tres, en el salón de la casa, en amor y compañía"

La madrina de Asunta Basterra, localizada muerta en circunstancias violentas en septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ha declarado que "algo" había oído acerca de que "todos", tanto ella como sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, tenían alergia.

Con todo, ha destacado que la niña estaba "como un roble", que era "feliz", que comía "como una lima", que solo tuvo constancia de que había pasado la varicela y que en ningún momento le tuvo que dar ningún tipo de medicamento.

En una declaración que se ha producido al filo de las 21,00 horas, tras arrancar la sesión antes de las 10,00 horas, la madrina de la menor, amiga de la madre de Porto, ha elogiado como la niña era "inteligente" y "espabilada". Ha dicho que la relación con la madre era "buena" y que le gustaba pasar tiempo con ambos, también con su padre, después del divorcio de ellos.

A las preguntas de las partes, ha relatado cómo la última vez que la vio fue el 27 de agosto, cuando ella se volvía de Vilanova, donde había pasado unos días con Asunta --coincidiendo con el ingreso hospitalario de Rosario--. "Estaban allí los tres, en el salón de la casa, en amor y compañía", he recordado.

Además, ha resaltado que la niña pasó "el verano de su vida" en esta localidad de la costa pontevedresa, donde el padre la visitó en una ocasión antes de desplazarse junto a su exmujer para estar unos días todos juntos --hubo otra visita frustrada, según su relato, en el santo de Asunta--.

Así, la madrina ha reivindicado que a ambas les gustaba pasar tiempo juntas. "La niña encantada y yo también encantada", ha subrayado.

FALTA LA NIÑA

Sobre el momento de la ausencia de Asunta, de lo que fue apercibida por los propios padres, la madrina ha rememorado dos llamadas de teléfono, una para preguntarle si estaba con ella y darle la noticia, y la siguiente para pedirle que fuera al piso de Doutor Teixeiro, por si la menor regresaba.

"Fui corriendo", ha narrado, antes de llamar la atención sobre lo "preocupada" que ella se quedó, "obsesionada" con que pudiera llamar alguien que la hubiese raptado para pedir "un rescate".

En cuanto a lo que ella recuerda que le comentó Charo, como se refiere a ella, ha apuntado que le dijo que la niña se había quedado en casa "estudiando".

"AMABLE" EN EL REGISTRO

Por otra parte, anteriormente, una agente se ha mostrado sorprendida por la reacción de la madre de Asunta tras conocer su muerte, a lo que el abogado de Porto le he respondido con preguntas sobre el "estándar" del duelo en un caso como este.

En el registro de la casa, esta guardia civil ha asegurado que la acusada de asesinar a su hija adoptiva se comportó como una persona "amable, correcta y encantadora". "Nos llamaba por el nombre, sabía qué cargo ocupábamos, y era plenamente consciente", ha recordado.

Un último guardia, que ha comparecido sobre las 19,30 horas y antes de dos policías nacionales, ha sido interrogado sobre las indagaciones, infructuosas, para tratar de determinar dónde se había fabricado la cuerda naranja localizada en Montouto, tanto en el chalé como en la pista forestal.

"PREPOTENTE" EN COMISARÍA

El primero de los dos policías ha declarado tras un receso forzado por la necesidad de Porto de ir al servicio. Ante las cuestiones de las partes, ha relatado el episodio de julio en el que un hombre supuestamente atacó a Asunta, y ha aseverado que Rosario Porto se puso "prepotente" cuando, ese mismo mes, acudió a la comisaría y no denunció los hechos.

Al respecto de un hombre que voluntariamente fue, tras la muerte de la niña, a desvelar que creía que la había visto, ha atribuido a un error de comunicación entre él y otro compañero que la nota informativa interna establezca que declaró que la vio "sin ningún género de duda", ya que no ocurrió así.

El segundo policía también ha aportado sus conocimientos en torno al supuesto forcejeo entre Porto y un individuo vestido de negro, en su vivienda de Doutor Teixeiro. "Ella llegó como informándose, nos contó la historia", ha rememorado, y apuntó también que la acusada había llegado "con un moratón", pero que dijo que no quería "poner nerviosa" a su hija, de ahí su negativa a denunciar.

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