Literatura

"La marea roja", la novela del narcotráfico en Galicia, con prólogo del autor de Nacho Carretero

"Quería recordar toda aquella época y hacer algo que sirviera de homenaje. Rellenar los huecos de mi vida, lo que no me acuerdo", relata. "Y quise contar lo real a través del mito, utilizando muchos roles"

El escritor y abogado gallego José Manuel del Río presenta su segunda novela, "La marea roja", trepidante thriller sobre el narcotráfico en Galicia. Con ella, el autor dice saldar una cuenta pendiente con la Galicia de finales de los noventa. "Quería recordar toda aquella época y hacer algo que sirviera de homenaje. Rellenar los huecos de mi vida, lo que no me acuerdo", relata. "Y quise contar lo real a través del mito, utilizando muchos roles." 

En "La marea roja" el dinero lo mueve todo.

Del autor de "Fariña", Nacho Carretero: "Esta es la novela que me gustariía haber escrito a mí". Una joya*. En el prólogo relata: 

De crío recuerdo ir en coche con mi tío por la Ría de Arousa mientras nos hacía un narcotour. "Esta casa es de narcos, ese hotel también, este pazo, aquella ferretería no abre nunca y su dueño conduce un Porsche". Con 20 años devoraba las noticias que aparecían en El País y La Voz de Galicia si me hablaban de ajustes de cuentas, descargas aprehendidas o planeadoras del tamaño de un portaviones varadas en una playa.

Por la céntrica y coruñesa calle Juan Flórez, mientras tanto, conducía la hija de Sito Miñanco un descapotable blanco que se detenía en las tiendas bien para comprarse ropa. Mi cabeza acumulaba datos. Y los procesaba de forma folclórica: "esto hay que contarlo", me decía. Y no es que no estuviera contado. Los periodistas de la costa gallega fueron premiados muchas veces por jugarse la vida frente a los narcos. Pero faltaba, otra vez como una folclórica, desatarnos sobre el escenario.

Por aquel entonces ya conocía a José Manuel (también llamado J. M., Pep y quizá algunos otros sobrenombres callejeros). Hoy es el autor de esta joya que usted, querido lector y querida lectora, está a punto de consumir. Estudiamos bup juntos, yo un curso por encima. Y, aunque entonces no compartimos sensaciones acerca de la narcoatmósfera que respirábamos (hubiera sido como charlar sobre lo increíble de la lluvia en invierno: la normalidad), algo me dice que su cerebro, si acaso involuntariamente, también estaba procesando información.

Solo así se explica este libro, una vomitona maravillosa de vivencias, recuerdos, información, curiosidad, imaginación y olfato narrativo que adquirió forma de novela. De gran novela.

José Manuel y yo formamos parte de una generación que comprendió mejor la singularidad del sitio en el que habíamos crecido precisamente cuando nos largamos de allí. Los gallegos llevamos siglos largándonos de allí: hemos cuasicolonizado Cuba, Argentina, Venezuela, Suiza y New Jersey. Pero en silencio.

Si sobre los irlandeses de Boston, los italianos de Nueva York y los judíos de Brooklyn se han desplegado kilómetros de cultura, los gallegos despreciamos el lobby social y cultural afanados en nuestro minifundismo vital. Me temo que José Manuel pertenece a la reacción: la primera generación gallega emigrante que ha tenido tiempo, recursos y formación para atender a lo infinito y jugoso de nuestra identidad.

A mí me dio por escribir Fariña, llevarlo a mi terreno, el periodístico, y ordenar todo aquello que había visto, oído y leído. A José Manuel le dio por hacer lo propio con "La marea roja". Y en su salto muestra su brillante forma de escribir. Ojo con esto porque no abunda. A mí este libro me ha recordado a las mejores novelas callejeras de Irvine Welsh, a la sensibilidad de los personajes que logra David Trueba y al escenario sociológico de fondo del mismísimo Richard Price.

Casi nada, pero valga la monstruosa comparación para señalar al lector hacia dónde se encamina: he aquí una nueva exploración de una realidad (oscura y dura) que el autor _gallego_ ha vivido y que plasma con la forma y las licencias que otorga la ficción. He aquí una delicia que se suma, desde ya, a la explotación cultural de lo gallego.

Y esto no ha hecho más que empezar.

Disfruten.

 

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