Rechazan abonar el IRPF desde 2008 y advierten de que seguirán con protestas tras "una vida de lucha en la emigración"
Medio centenar de emigrantes retornados con pensiones procedentes del extranjero han protagonizado este martes una nueva movilización en Santiago para reclamar la devolución de lo "robado" por Hacienda.
Ataviados con pancartas en las que expresaban su sentir de que los emigrados están siendo "doblemente estafados" y en las que demandaban al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que tomase cartas en el asunto, hacían hincapié en que "no" son "defraudadores".
De hecho, el responsable de la Coordinadora Nacional Galega de Emigrantes Retornados, Manuel Domínguez, ha explicado a los periodistas que la asociación no se conforma con la decisión del Consejo de Ministros de retirar las sanciones a los pensionistas.
"A la Xunta parece que le llega, pero a nosotros no, porque seguimos discriminados", ha subrayado, y ha pedido también que se supriman los atrasos por no declarar las pensiones del extranjero desde 2008. "Hacen leyes chapuceras, que esconden y después sacan, actuando como zorros que entran en un gallinero", ha reprobado.
Tras dejar claro que los retornados "no" lo van a "consentir", Domínguez ha advertido de que, tras "una vida de lucha en la emigración", no les importa "pasar ahora algún año, o lo que quede de vida" para defender un dinero "ganado honradamente" en la diáspora.
"NO FUIMOS A LLEVAR EL DINERO A SUIZA"
"Nosotros no fuimos a llevar el dinero a Suiza, lo trajimos de Suiza para aquí", ha enfatizado, y ha recomendado a Hacienda que persiga a aquellos que "especulan" o tienen "dinero negro". "Nosotros no lo tenemos y no tenemos por qué seguir con estas injusticias", ha abundado.
Por ello, ha pedido que se revisen los convenios bilaterales con otros países y que se modifique la Ley tributaria. Porque, como ha planteado Domínguez, los pensionistas retornados pagan "a cantidades iguales, más impuestos" que los jubilados que no emigraron.
"Mientras no modifiquen eso, estaremos en la calle, en la lucha", ha amenazado, sin dejar de requerir a la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, que "defienda" los "intereses" de los pensionistas gallegos ante el ministerio del ramo. "No podemos admitir que se abuse de nosotros de este modo", ha finalizado.
PROTESTA
Con estos planteamientos, la plataforma de emigrantes retornados de Santiago ha marchado en manifestación desde las inmediaciones de la Xunta, en San Caetano, hasta la sede de la Agencia Tributaria, en Salgueiriños.
Por el camino, cánticos de 'Nós a emigrar e eles a roubar', 'Montoro, ladrón, vai ti á emigración' y 'Feijóo, defende os nosos cartos e déixate de narcos' para denunciar "un año de ultrajes" y de "un trato vejatorio y discriminatorio" por parte de Hacienda.
El acto concluyó con la entrega de firmas en Hacienda para pedir el citado cambio normativo, con el objetivo de impedir que les "amarguen los últimos años de vida" obligándoles a pagar un dinero que, en muchos casos, "no" tienen. "Que atiendan nuestras justas peticiones", proclamó Domínguez en la lectura del manifiesto.
UN SUICIDIO
Además, anunció que pronto habrá "una manifestación multitudinaria" para reclamar sus "derechos" y que el día 13 se movilizarán en Coristanco (A Coruña) a modo de "homenaje" a una señora que "se suicidó" el pasado año por no poder afrontar el pago.
"Le pedían 4.000 y pico euros y ella sólo tenía 1.000", relató Manuel Domínguez, antes de indicar que, de media, a cada pensionista se le requieren unos 10.000 euros. "Y cuando no los tienes, es muchísimo", recalcó, aunque "para Bárcenas y para los del PP es pecata minuta".
"NO SOMOS DEFRAUDADORES"
A la marcha de este martes acudió Víctor Barbeiro, emigrado en Suiza durante 16 años, que ahora se enfrenta a una petición de "bastante" dinero, que prefiere no concretar y que ya ha pagado.
Ahora pide que se lo "devuelvan", pues ya le descuentan en Suiza lo correspondiente por la percepción de su pensión.
Por su parte, Pilar Fernández, que estuvo en Francia ocho años, explica que "siempre" le dijeron que no metiera su "pequeñita paga" del extranjero en la declaración de la Renta hasta que el año pasado recibió una carta reclamándole lo de "cuatro años atrás".
"Fue un palo", recuerda, ya que nadie le comunicó el cambio normativo que le obligaba a declararlo en España. "Y si me pagan de Francia es porque allí di el callo", subraya.
