VIGO

El 'Oasis of the Seas' dice adiós a Europa ante la admiración de miles de vigueses

El “Oasis of the Seas”, a media mañana, fotografiado desde las terrazas del Centro Comercial A Laxe, que supera en altura.
photo_camera El “Oasis of the Seas”, a media mañana, fotografiado desde las terrazas del Centro Comercial A Laxe, que supera en altura.

El mayor trasatlántico del mundo realizó su segunda escala en la ciudad, previa al regreso a su destino en el Caribe

Es un auténtico coloso preparado para surcar los mares a una velocidad de crucero de 22,6 nudos, desplazando 220.000 toneladas de registro bruto. El 'Oasis of the Seas' se despidió ayer, sábado, del continente europeo —tras realizar anteriormente tres travesías aprovechando su desplazamiento a Rotterdam para una parada técnica— para dirigirse, sin ninguna otra escala más, a Port Evergaldes, en Estados Unidos, donde volverá a operar en las rutas caribeñas a las que está destinado desde que en el año 2009 realizara su viaje inaugural.

El mayor transatlántico del mundo volvió a congregar durante toda la jornada, en la Estación Marítima de Vigo, en los alrededores y en las zonas de playa, a miles de vigueses y personas llegadas de otras zonas de Galicia, e incluso de Portugal, que no querían perderse esta oportunidad única. En esta ocasión, sin embargo, la expectación fue algo menor, ya que hacía solo 22 días que el “Oasis of the Seas”, propiedad de la compañía Royal Caribbean, atracaba por primera vez en Vigo batiendo todo tipo de récords, especialmente en las cifras relativas a su impacto económico, estimado días después en 800.000 euros. También, debido a su destino a EEUU en una ruta transatlántica, fue menor el número de personas que se animaron a viajar a bordo: unos 5.200 pasajeros —su capacidad es de 6.300— de distintas nacionales y 2.500 tripulantes, según datos de la compañía Pérez y Cía, consignataria del buque.

Lo que ha dejado claro esta visita, para la Autoridad Portuaria, es que “ refuerza la condición de Vigo como referente a nivel internacional en el tráfico de cruceros”, en palabras del presidente de este ente, Ignacio-López Chaves. También, que el puerto está preparado y tiene capacidad para recibir un barco de estas características. “Podemos recibir a los buques más grandes del mundo y estos días lo pudimos verificar. Su escala supone una operación de logistíca muy compleja y hemos superado la prueba”, declaró, a este diario, Ramiro Cobo, director de Pérez y Cía.

El transatlántico atracaba ayer a las 7.30 horas, media hora antes de lo previsto. Su figura colosal, de 363 metros de eslora (largo) era visible desde todos los miradores y superaba, con sus 16 cubiertas, en varios pisos a la propia Estación Marítima, aunque lo que más sorprende es su anchura: 64 metros de manga, todo un desafío de la ingeniería naval y un reto para los puertos donde quiere atracar. En esta segunda y última escala en Vigo, este gigante permaneció en puerto 12 horas, hasta las 8 de la tarde, lo que permitió a sus cruceristas visitar a fondo la ciudad y desplazarse a otros destinos de Galicia, propuesta por la que optó el 18% del pasaje (cerca de 1.000 personas que viajaron a Santiago de Compostela en autobuses fletados dentro del paquete turístico que tenían contratado) y numerosos viajeros a título particular, bien por tren o en taxi, como señalaba Iria Fontán, del puesto de información turística del Patronato Rías Baixas.

Además, aprovechando esta escala, una veintena de nuevos pasajeros subieron al “Oasis of the Seas” convirtiendo así, por este día, el Puerto de Vigo en punto de embarque.

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