Se sitúan entre los 500 euros, por no recoger excrementos, y los 30.000 euros en el caso de faltas muy graves, como la muerte
El Parlamento gallego ha aprobado hoy una modificación de la ley de protección de animales por la que aumenta las sanciones contra el maltrato, que se sitúan entre los 500 euros, por no recoger excrementos, y los 30.000 euros en el caso de faltas muy graves, como la muerte.
La propuesta legislativa, presentada por el grupo AGE, y que entró en el Parlamento avalada por 118.000 firmas de ciudadanos, ha sido aprobada con los votos a favor de los cuatro grupos mayoritarios y con la abstención de la única diputada del grupo mixto.
La diputada de AGE Eva Solla ha destacado que la norma aprobada hoy, además de las sanciones incide en una faceta preventiva, para evitar que se produzca el maltrato.
De este modo, la Xunta tendrá que hacer campañas, junto con las asociaciones protectoras de animales, para sensibilizar a la población contra el maltrato y evitar que se produzca.
El dinero recaudado por las sanciones será destinado a estas campañas.
El diputado del PP Santiago Freire ha destacado que se ha mejorado mucho en los últimos años, aunque ha reconocido que todavía quedan aspectos por mejorar para erradicar esta lacra de la sociedad gallega.
Para ello, ha dicho, es necesaria la implicación de toda la sociedad, además de las administraciones, y las 118.000 firmas que han solicitado este cambio legislativo avalan que algo ya ha cambiado.
La diputada socialista Patricia Vilán ha reclamado en una enmienda que la Xunta ofrezca información sobre los casos de maltrato y su compañera en el BNG Ana Pontón ha reivindicado que el Gobierno gallego haga un balance cada dos años, peticiones ambas rechazadas por el PP.
Pontón ha alertado que entre 2008 y 2013 el maltrato a animales se ha multiplicado por 12 y ha lamentado la escasez de presupuesto de la Xunta para tareas de prevención.
Carmen Iglesias, del grupo mixto, única diputada de la Cámara que no ha votado a favor, ha afirmado que no son las sanciones económicas las que van a provocar un cambio entre la convivencia de las personas y los animales y ha tachado de "cínica e hipócrita" que esta ley no afecte a las corridas de toros, "un espectáculo que se basa única y exclusivamente en el maltrato a un animal".
