Sergio Lloves, que ayer fue trasladado al Meixoeiro, se mostró "animado y fuerte” pese a las fracturas
“Es una persona fuerte y optimista, él nos anima a nosotros”, aseguraba ayer el hijo de Sergio Lloves, el piloto de la avioneta que el domingo se estrelló junto a la AP-9 tras realizar un aterrizaje de emergencia. Tras ser evacuado al Hospital Universitario de Santiago, el piloto, de 50 años, fue trasladado a media mañana al Hospital Meixoeiro de Vigo. Además de la clavícula, Sergio también sufrió una fractura de una vértebra, por lo que se espera que será intervenido quirúrgicamente en las próximas horas, si bien los médicos consideran que se recuperará favorablemente de las lesiones, aunque requerirá tiempo.
A su llegada al Meixoeiro en urgencias, su hijo Sergio, portero del equipo de fútbol del Pontevedra, explicaba que “se encuentra bien, cansado y dolorido, pero bien”. Sobre lo ocurrido, aseguró que “no le quise preguntar nada, porque lo único importante era saber como estaba y él mismo me ha tranquilizado, es una persona muy positiva”.
Él mismo mensaje lanzó al resto de socios con los que tiene la avioneta siniestrada. “Está bien, se recuperará y está satisfecho y aliviado de que después de un accidente que pudo ser muy grave, todos hayan sobrevivido”, explicaba ayer Obdulio Iglesias.
Iglesias destacó la pericia de su compañero como la clave para que los cuatro pasajeros del aparato puedan contarlo. “Es un hombre muy experimentado y gracias a eso supo actuar para reducir la velocidad y buscar un lugar donde aterrizar, si no hubiera sido por eso, las consecuencias habrían sido trágicas”.
El accidente se produjo el domingo sobre las doce de la mañana, una media hora después de que la avioneta partiera de su base en el aeropuerto de Peinador para sobrevolar la Ría. Un posible fallo en el motor, obligó al piloto a tomar medidas de emergencia, buscando, en el polígono de Barro una opción para aterrizar.
La avioneta llegó a tomar tierra, según los testigos pero el impulso hizo que rebotará estrellándose en una zona arbolada a escasos metros de la AP-9, en el lugar de Curro, término municipal de Barro.
En el aparato viajaban además de Sergio, la pareja formada por Alberto Sánchez Alonso, de 43 años y Josefa Estévez, de 41, además de Beatriz Rodríguez Méndez, de 52 años. El primero sufrió una lesión en el bazo y se encuentra ingresado en el Meixoeiro, al igual que su pareja, mientras que Beatriz Rodríguez sigue en el hospital de Povisa, a la espera de una resonancia y con diversos hematomas y magulladuras. A pesar del impacto sufrido, el estado de los supervivientes evoluciona favorablemente.
