SUCESO

A prisión por abusar de una menor de su familia

La joven vivía en unas instalaciones totalmente desmanteladas en Vigo

El juez decretó el ingreso en prisión del tío de la menor de Vigo de la que supuestamente abusaba con el consentimiento de su madre que según parece estaba al tanto de lo que sucedía. Esta, por su parte, quedó en libertad con cargos y con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. El tercer implicado, un hombre de 50 años y con antecedentes policiales por homicidio, también ingresó en la cárcel de A Lama por tentativa de homicidio al haber sido el presunto autor de las cuchilladas al joven que intentó rescatar a la menor de la situación en la que vivía. Los tres fueron detenidos el pasado día 31 de julio en la vivienda de la víctima, hasta donde habían acudido para obligar a la joven a regresar con ellos a la nave de la calle de Tomás Alonso donde pernoctaban desde hace algún tiempo.

Se trata de la antigua fábrica de La Artística, que desde hace cerca de tres años se ha convertido en "refugio" para sin techo, indigentes y marginales. Este complejo albergó hasta hace unos tres años a la Policía Nacional mientras que se llevaban a cabo la reforma de la Comisaría y en su interior existen una veintena de estancias en las que se alojan de forma permanente algo más de una decena de personas, algunas de ellas procedentes del Barrio del Cura.

Los vecinos aseguran que "se escuchan ruidos y ves entrar y salir a mucha gente, pero no se meten con nadie". La Policía ha intervenido en el interior de las instalaciones en una ocasión como consecuencia de un robo. En otra ocasión, una patrulla evitó que un grupo armado con gruesas cadenas que salía de la nave alcanzase a dos jóvenes a los que persiguieron hasta la plaza de Eugenio Fadrique. "Yo ya he llamado a la Policía varias veces, pero la situación parece que no se resuelve", explica un comerciante que dice haber sido visitado por los amigos de lo ajeno varias veces .

En otro comercio de la zona, una mujer explicó que "lo mejor es no entrar ahí dentro por precaución". Mientras habla, un hombre sale por el portón por el que hasta no hace mucho se accedía a la Comisaría. Por una de las ventanas que dan a la calle se escuchan unos ruidos y una vaharada de olores indescriptibles dejan patente que allí hace mucho que desaparecieron las cañerías. Y es que según recuerdan los vecinos "aquí venían con furgonetas que cargaban con todo lo que había dentro. Ha sido un expolio".

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