El hombre que la ayudó a escapar, apuñalado por encargo de su familia
Una menor fue rescatada del infierno en el que vivía en una nave ocupada por sin techos, toxicómanos y marginales donde era obligada a mantener relaciones sexuales con un tío apenas cinco años mayor que ella con el consentimiento de su madre. La joven fue ayudada por una de las personas que dormía en la nave y que la llevó al piso de un amigo que intentó protegerla cuando sus familiares fueron a por ella. El hombre resultó herido de gravedad al ser apuñalado repetidas veces por estas personas. El acusado de ser el autor material del apuñalamiento, de 50 años, había sido detenido con anterioridad por la Policía Nacional acusado de prender fuego a dos indigentes que dormían en el antiguo asilo de Pi y Margall. Los tres detenidos -la madre de la menor, el tío y el agresor- son de nacionalidad portuguesa y carecen de domicilio conocido. La Policía les imputa un delito de tentativa de homicidio, otro de abusos sexuales y un tercero de abandono.
Los hechos tuvieron lugar la tarde del día 30 de julio, cuando una llamada anónima al 091 alertó sobre una fuerte discusión en la calle Regueiro, a la que se desplazaron varios agentes. Una vez en el lugar, los agentes observaron a tres personas que al percatarse de la presencia de los agentes emprendieron la huida a la carrera, dejando atrás a un varón caído en el suelo que sangraba abundantemente por el cuello y por el pecho.
Tras interceptar a los huidos y solicitar la presencia de los servicios sanitarios de emergencia para atender al herido, la Policía comenzó a entrevistarse con algunos testigos, entre ellos, una menor que manifestó que el agredido era un amigo suyo que la había acogido en su casa tras huir de su entorno familiar. Las declaraciones de la menor revelaron que su tío de 21 años de edad la sometía presuntamente a abusos ante los que su madre se mostraba pasiva. Fueron precisamente la madre y el tío de la menor, acompañados de otro varón, quienes se presentaron en la vivienda donde se inició una discusión. La riña finalizó con uno de los ahora detenidos intentado apuñalar en el pecho con un cuchillo de 18 centímetros. A pesar de evitar una primera agresión, el chico fue apuñalado tres veces en el cuello, hasta la llegada del vehículo policial. Además, se descubrió que la madre sabía lo que pasaba y que la menor era sometida a una férrea vigilancia con amenazas y agresiones.
