ENTREVISTA

Vázquez Almuiña: “El 95% de las 1.500 alegaciones a la lei de saúde eran de corta y pega"

Vazquez Almuinia
photo_camera Vázquez Almuíña, en su despacho en la Consellería de Sanidade.

El titular de Sanidad en la Xunta de Galicia destaca las "comodidades" del nuevo edificio del CHUO y responde a las críticas a la Lei de Saúde

"El cambio es espectacular, lo mejor es verlo en directo". Jesús Vázquez Almuíña, conselleiro de Sanidade, no escatima los piropos al nuevo edificio del CHUO, ya activado un traslado de pacientes que no rematará hasta noviembre.

¿Plazos dilatados? "Cautela, lo hemos querido hacer bien. No hay que correr", explica a la vez que quita hierro a la comparación con el Álvaro Cunqueiro, su primer embrollo tras asumir el cargo en 2015. En el terreno ourensano, destaca la mejora en la confortabilidad –"de pacientes, profesionales y familiares"– a la vez que incide en un futuro que tiene algo de paradoja: "Los pacientes tienen que estar cómodos, pero el reto es lograr que no ingresen, mantenerlos  en sus domicilios". Para ello, pone como primeras armas el TELEA –teleasistencia para controlar a pacientes pluripatológicos–, la hospitalización a domicilio y, en definitiva, la innovación. "Galicia, especialmente Ourense, está en un momento en el que puede aprovechar el problema de envejecimiento y convertirlo en oportunidad. Situarnos en el centro de Europa. Y lo estamos haciendo", explica Vázquez Almuíña, en un argumentario que encaja con lo que se trabajará en los espacios de investigación del nuevo CHUO. 

Ahora, el alcalde de Ourense habla de “urgencia" para remodelar el hospital Cristal. Parece claro el déficit de infraestrutcturas sanitarias que estaban sufriendo los ourensanos, ¿no?

Sí. Entendimos que había que mejorar. Ourense cuenta con muy buenos profesionales, pero las instalaciones no estaban a la altura de lo que queremos. Ahora, con el nuevo CHUO y la remodelación del Cristal, Ourense va a quedar con la mejor hospitalización de Galicia, sin duda. Y de las mejores de España. 

Además del ladrillo hacen falta manos. Ustedes prometieron una OPE de 1.600 plazas. 

Galicia es una de las comunidades que tienen más estabilizada la plantilla sanitaria. Pero vamos a hacer un esfuerzo, en tres años el objetivo es tener un 5% de eventuales, cuando la meta estatal es del 8%. Eso sí, eventuales tiene que haber, porque hay que cubrir vacaciones, bajas… no al 100%, porque no hay especialistas para todo. Un cirujano cardíaco no lo encuentras en el paro para contratar.

Por lo visto, tampoco un cirujano pediátrico para Ourense. 

Lugo, que tiene más niños que Ourense, no tiene este servicio, van a Coruña. En Ourense se ha dado una magnífica solución. Con pocos niños tiene un servicio de cirugía pediátrico, compartido con el área de Vigo.Los profesionales rotan, y cuando queramos un quirófano muy especial, habrá niños que vayan a Vigo. Lo importante, la mejor atención. 

Hablaba de eventuales. La Seguridad Social apunta irregularidades continuadas en el proceso de contratación del Sergas. 

No estamos de acuerdo con ese criterio. Hacemos miles de contratos todos los días en el Sergas... ¿Puede haber algún caso? No digo que no, pero no es generalizado ni muchos menos. Cumplimos con la ley. Cuando salta un caso, se hace revisión

¿Se ha revisado entonces este protocolo de contratación?

Sí, pero eso es un tema continuo. Entendemos que no hay ningún problema de fondo. 

El cambio demográfico lleva consigo la cronificación, la necesidad de aumentar inversiones. Me va a decir que hay que incidir en la  eficiencia, ¿pero este modelo es sostenible?

Eso es otro debate. A nivel europeo hay dos grandes retos: envejecimiento y sostenibilidad. A veces la oposición habla de recortes, y yo creo que hay que hablar de gestión, de los recursos públicos. No estamos gastando menos. Pasamos del 33% de los Orzamentos al 42%.  Nosotros estamos en el gobierno y tenemos la responsabilidad de aprovechar el dinero que los gallegos aportan para hacer la mejor sanidad posible.

Ustedes mantienen este discurso de expansión, pero en la oposición arrecian las críticas. 

El problema es que la oposición usa la sanidad como un arma electoral, no para mejorar el sistema sanitario. Hay mucha gente que habla de que defiende la sanidad pública y no es verdad, no da ninguna facilidad. 

¿Engloba usted ahí las críticas a la Lei de Saúde?

Yo fui alcalde, y hay cosas con las que no se debe jugar. Le digo más. La ley quiere dar amparo a las EOXI, que buscan acercar los servicios a los ciudadanos. Por ejemplo, en O Barco en 2012 había tres especialistas, ahora mismo hay 10. Quien diga que la EOXI ha sido negativa, miente. Hemos mejorado la asistencia, aumentado inversiones, evitado desplazamientos... Lo triste es que por ejemplo, el alcalde de O Barco venga aquí en calidad de presidente de la Fegamp y diga que los cambios que se proponen les parecía correctos, razonables. Y luego se llegue a O Barco y se diga otra cosa.

Pero no se puede ocultar que en los vecinos de Valdeorras ha calado el mensaje de la izquierda.

Hace cinco años se llegó a decir que con las EOXI se iban a cerrar los comarcales. Que digan a día de hoy si se ha cerrado alguno. Es mentira. Y ahora vuelven a decir lo mismo. 

El sentimiento es que no quieren ser vecinos de segunda. 

Todo lo contrario. ¿Es ciudadano de segunda que en vez de ir al neurólogo a la capital, este vaya allí? Además esto beneficia a los profesionales. Tenemos problemas para contratar a especialistas en determinados comarcales. Porque prefieren el grande. Esta es la forma de atraerlos, con alto volumen de pacientes. Y esto la gente no lo quiere ver. Mejores especialistas, evitar desplazamientos… no se puede decir que no a esto.

Si todo está tan claro, ¿qué pasa? ¿Ha fallado la comunicación?

Hemos hecho reuniones con todas las partes. Muchísimas. El presidente de la Fegamp nos decía: "Ahora solo tenéis que convencer a la población". Hombre, esa también es tu función. Informar de la realidad. Ahora, si a ti te dicen que mañana se va a acabar el mundo, y si vas allí el mundo se arregla… pues piensas que es verdad. El temor es contagioso. 

¿Se están estudiando las 1.500 alegaciones que recibió la ley?

Un 95% eran de alegaciones de corta y pega, que solo pedían que se retirase la ley. Yo creo que una ley lo lógico es debatirla. Cuando planteas cambiar algo así, se entiende que es para mejorar. ¿Cuál es el mensaje que nos quiere dar la oposición pidiendo que se retire la ley? ¿La sanidad está bien?

Entiendo que la oposición no dice eso, reclama una visión diferente del proyecto.

Pero no hay ninguna aportación. Lo curioso es que ni concellos ni partidos aportaron casi alegaciones. ¿Por qué no quieren que llegue al Parlamento el anteproyecto? No es razonable. ¿Qué se considera malo? ¿Mejores especialistas, más inversión? Tendrán que explicarlo.

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