GALICIA

Los vecinos presentan una demanda colectiva para desalojar a los okupas en un edificio de Vigo

Iria, vecina del inmueble que convive frente a los okupas.
photo_camera Iria, vecina del inmueble que convive frente a los okupas.

Los propietarios del edificio de Travesía deciden unirse ya que el desahucio aprobado aún no se ha ejecutado

Quince denuncias en dos días, una demanda conjunta y una recogida de firmas. Esa es la única opción posible para los vecinos del inmueble que conforman los números 203 y 205 de la Travesía de Vigo. Con ello, intentan activar al Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo que, a pesar de dictar hace dos meses una sentencia de desahucio contra los okupas del dúplex del segundo piso del inmueble, no ha procedido aún a la ejecución. 

Los hechos se remontan diez meses atrás, cuando la tranquilidad habitual en la que vivían los cerca de cien vecinos del edificio del barrio de Teis (los famosos pisos de Fenosa), se convirtió en pesadilla. El motivo: un grupo de jóvenes okupas de origen vigués que decidieron habitar ilegalmente el dúplex de la segunda planta, de propiedad bancaria, tras quedar deshabitado. En la actualidad, como afirma una vecina del segundo piso, generalmente habitan en él siete okupas, entre ellos también, menores de edad.

Los actos vandálicos, ruido, peleas con vecinos, amenazas y agresiones constantes desde hace mes y medio llevaron a los vecinos a presentar en numerosas ocasiones denuncias ante el Juzgado de Vigo. Manuel Alonso, presidente de la comunidad del inmueble, afirma que “ante las denuncias interpeladas por los vecinos y la falta de medidas, nos hemos reunido el lunes en una junta vecinal y hemos optado por presentar una denuncia conjunta”. 

Lo cierto es que sobre el piso existe una orden de desahucio que el Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo dictó  hace dos meses. A pesar de ello, a día de hoy, los vecinos no tienen conocimiento del día ni el mes en el que ésta se va a producir. “Casi todos los propietarios del inmueble hemos secundado la denuncia colectiva, 92 vecinos, los que no lo han hecho, ha sido porque están de vacaciones” afirma el presidente de la comunidad.

La última demanda interpuesta a los okupas data de la semana pasada, cuando tres jóvenes intentaron acuchillar a un vecino que bajaba a pasear a su perro y al que esperaban, a su vuelta, en el portal. Tras lograr entrar en su casa, y haber llamado a la Policía,  los okupas acudieron de nuevo a su piso para verter la espuma de un extintor bajo su puerta. Al llegar los agentes comisionados, dos de los jóvenes (ya que uno se escapó) fueron detenidos, siendo liberados al día siguiente.  Iria, una vecina que vive en la puerta de enfrente a la vivienda okupada, sabe de primera mano el infierno al que están sometidos “lo que estamos pasando es un sinvivir, no podemos salir solos de casa”, afirma. A su hijo, de 15 años, tres okupas de entre 14 y 19 años le dejaron inconsciente en el suelo tras darle numerosas patadas en la cabeza al no cederles su teléfono.  n

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