El guardia civil se enfrenta a 4 años de prisión y 6 de inhabilitación por homicidio imprudente
La familia de Javier Fernández, batería de Los Piratas, sentará en el banquillo al agente de la Guardia Civil que le disparó en 2015. El agente tendrá que responder por un presunto delito de homicidio imprudente . El abogado de la viuda, Gerardo Gayoso, confirmó ayer a este diario que así consta en el auto de apertura de juicio oral emitido por el juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas.
Aunque la Fiscalía sostiene que el procesado actuó en defensa propia por lo que pide el archivo de la causa, la acusación particular tanto la representación de la mujer del fallecido y su hijo como de sus padres llevarán a juicio al agente, que se enfrenta a una petición de condena de cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación, la máxima por homicidio imprudente.
Para el letrado, que asegura que ha quedado probado que no había ningún cuchillo en la vivienda, la vista oral podría celebrarse el próximo verano. Asimismo, afirma que las pruebas determinan que el disparo efectuado no fue al hombro sino al abdomen por lo que considera que la actuación del agente fue totalmente desproporcionada.
En septiembre, el auto de transformación de la causa a procedimiento abreviado exponía por parte del a jueza la existencia de indicios de la comisión de un delito de homicidio por imprudencia grave por parte del agente de la Guardia Civil que el 26 de agosto de 2015 efectuó el disparo que acabó con la vida de Javier Fernández.
