Hace 25 años... Premio para Cabanelas y María Jesús
Hace 50 años... Una plebeya en Noruega
Hace 75 años... Uniforme de verano de los camaradas
23 de julio de 1989... Premio para Cabanelas y María Jesús
-Ana Malvar Barril gana las cien mil pesetas del Juego de la Rana patrocinado por La Región.
-Se inaugura en Orense la segunda edición de los Venres do Verán, con una actuación del Circo de los Muchachos en el Poliedro de Benposta y las actuaciones del ballet Chicago Fame y las bailarinas brasileñas Festa Tropical en la Plaza Mayor.
-El centrocampista Alfonso Moreno ficha por el Orense procedente del Eibar.
-Eugenia Gómez García, de 17 años, es elegida "reina" de las fiestas del Puente.
-Los arquitectos orensanos Xan Cabanelas Rodríguez y María Xesús Castelo Villanueva son galardonados con el II Premio do Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) por el edificio de Caixa Ourense y viviendas de Parada do Sil.
-(2) Vecinos de Pontedeva y Padrenda se manifiestan contra una minicentral en el Esmoriz.
23 de julio de 1964... Una plebeya en Noruega
-Con brillantes calificaciones ha dado fin a la carrera de perito industrial el joven don José González Taboada, hijo del médico de Almuzara-Boborás don Antonio González Pereira y de la maestra de aquella localidad doña Jesusa Taboada Salgado.
-Les ha sido concedido el ingreso en la Orden Civil del Mérito Agrícola, con la categoría de Comendador, a don Ángel Ruiz Fidalgo, ingeniero-jefe de la Delegación en Orense del Servicio de Concentración Parcelaria; y a don Enrique Cid Harguindey, Registrador de la propiedad de este Servicio.
-Se constituye en Madrid la Agrupación Sindical Nacional de Bellas Artes, con el orensano Manuel Prego de Oliver como vicepresidente de la Junta Nacional de Pintores.
-La monarquía noruega corre peligro ante la insistencia del heredero al trono, el príncipe Harald, en casarse con la "plebeya" Sonia Haraldsen.
23 de julio de 1939... Uniforme de verano de los camaradas
- Nació en Orense Francisco de la Torre Martínez. Se casaron: Víctor Rodríguez e Isaura Rodríguez Álvarez, Luis Álvarez Martínez y María Lamas González.
-La Jefatura Provincial del Movimiento emite un comunicado recordando a los afiliados como debe de ser el uniforme de verano: Sahariana blanca con el emblema del Movimiento en rojo sobre el bolsillo izquierdo. Las hombreras serán blancas, dobles y con ribetes de dos milímetros en rojo. Botonadura blanca y cinturón blanco. Guerrera blanca con el emblema en el bolsillo, hombreras de pala en negro con ribetes en rojo de dosmilímetros.Botonaduradoradaconelyugo ylasflechasentroquel,cinturónblancodetela. Boina roja, camisa azul, corbata y pantalón, sin vuelta, negro, zapato negro liso.
-(1) El gobernador de Orense habla de los "escondidos" que se entregan.
Arrepentidos y desengañados
(1) Un Periodista interrogó al Gobernador Civil de la provincia, señor Rodríguez Lafuente, sobre el resultado de la invitación que había hecho a los que, como consecuencia de la Guerra, estaban escondidos, o andaban huidos, temerosos de que al presentarse, fuesen pasados por las armas, sin ser oídos ni juzgados. El señor Gobernador hizo en la prensa un generoso llamamiento a quienes no tuviesen manchadas sus manos con sangre, garantizándoles la libertad y la vida.
“Se presentaron cerca de 150 –dice el Gobernador-. Casi todos fundamentaban su resistencia en el miedo a venganzas y represalias. Les habían dicho que serían fusilados o encarcelados. En los pueblos inmediatos a los parajes donde se ocultaban contaban con gentes que, por coacción o por caridad, les daban alimentos. En la pesca y en la caza, encontraron un recurso alimenticio. Por lo general no formaban partidas, sino que hacían la vida aislada en grupos de tres o cuatro, vecinos de un mismo lugar o compañeros de oficio y amigos. Llegan aquí deshaciéndose de gratitud al Generalísimo, al saber que por haber sido afiliados a partidos de izquierdas o a sindicatos no van a ser castigados. Todos cuantos no tengan indicio de responsabilidad quedan libres. Tienen que presentarse cada ocho días a la Guardia Civil. A ninguno se le encarcela ni se le persigue por haber huído o escondido. Si hay otro motivos un tribunal dictará el fallo definitivo. Vienen sinceramente arrepentidos y desengañados.
(Crónica de 1939).
