DE VINOS

Un Albariño cultivado entre camelias

Pazo de Rubianes_result
photo_camera El Pazo de Rubianes.

Se trata de un vino joven, fruto de la selección de uvas procedentes de dos parcelas de la finca, con fermentación a temperatura controlada y tres meses de crianza sobre sus lías en depósito de acero

Hace seiscientos siete años que se fundó el Pazo de Rubianes. García de Caamaño, su primer habitante fue el fundador también de Vilagarcía, ciudad que lleva su nombre y de la que dista el pazo unos pocos kilómetros.

La visita ofrece una triple satisfacción: disfrutar de un paseo por una finca de 78 hectáreas en la que se encuentra una de las colecciones botánicas más interesantes de Galicia, con ejemplares únicos como el primer alcanforero que se plantó en Europa y centenarios magnolios, así como una colección de más de miles de ejemplares de camelias, entre las que destacan las bicentenarias que el décimo duque de Camiña le regaló a Miguel Gayoso de Mendoza y Caamaño, duodécimo señor de Rubianes y Marqués de Aranda; conocer un pazo de estilo francés, cuyas estancias conservan la decoración propia de una residencia aristocrática del siglo XIX, y visitar una bodega coqueta y su viñedo de veinticinco hectáreas.

El viñedo, tal como lo conocemos ahora es obra de Gonzalo Ozores y Urcola, décimo octavo señor de Rubianes, que lo puso en marcha en la década de 1990. Ocupa unas laderas orientadas al suroeste, bien soleadas y aireadas, y está plantado sobre espalderas y no con emparrado, buscando un perfil de mejor maduración y menor rendimiento por hectárea.

La bodega es pequeña y está muy bien organizada, una “bodega boutique” como le gustadenominarla al director técnico del jardín y el viñedo, el ingeniero agrónomo Guillermo Hermo.

De ella salen una media de algo menos de cuarenta mil litros. Pazo de Rubianes, no solo es el vino que recibe el nombre de la propiedad,  también el que tiene una mayor presencia en el mercado, con la elaboración de algo más de 20.600 botellas y 1.180 magnum en la añada de 2016.

Se trata de un vino joven, fruto de la selección de uvas procedentes de dos parcelas de la finca, con fermentación a temperatura controlada y tres meses de crianza sobre sus lías en depósito de acero, que sale al mercado al verano siguiente de su vendimia. Los otros dos son García de Caamaño, un vino con crianza y Pazo de Rubianes 1411, un vino de parcela también con crianza.

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