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Lovely Pepa: pionera de la moda

Alexandra Pereira.
photo_camera Alexandra Pereira.

Hablar de influencers en España es difícil sin nombrarla a ella. Alexandra Pereira creó su alter ego “Lovely Pepa” hace casi una década. Fue de las primeras y hoy, su pasión por la moda ha evolucionado hacia un perfil de empresaria con su propia marca

Han pasado casi 10 años desde que nació Lovely Pepa. ¿Da vértigo mirar hacia atrás?

No da vértigo pero sí sorprende ver el paso del tiempo. He pasado toda mi veintena trabajando en crear un nombre respetado en la industria y especialmente con aquellos que han trabajado conmigo a lo largo de estos años. Cuando miro hacia  atrás veo muchos momentos maravillosos, algunos bastante duros, trabajo y muchísima constancia.

Fuiste una de las pioneras. Al principio, la industria moda era un poco escéptica con las bloggers. ¿Cómo recuerdas aquella época en la que todo era nuevo?

Los principios fueron realmente duros y, hasta hace relativamente poco tiempo, no se reconocía el valor del marketing de influencers de forma general y particularmente en el mundo de la moda. En la actualidad, han surgido otro tipo de complicaciones pero ningún trabajo es fácil. Hace diez años empecé compartiendo estilismos  a través de mi blog antes de hacerlo por redes sociales. En este sentido, formo parte de un grupo reducido de influencers que empezó como bloggers. De hecho, el término influencer llegó mucho más tarde. Junto a estos compañeros, abrimos el camino para que se establezca esta profesión de la forma que existe ahora, trabajamos sin parar para establecer los estándares de un sector que ahora se ha convertido en una industría valorada en miles de millones de euros a través del mundo y que emplea a miles de personas.

Muchas veces se critica que las influencers sólo tenéis que pensar en qué poneros y subir una foto. Pero, ¿cómo es realmente un día en tu vida? ¿Cómo es todo el trabajo que no vemos?

Ningún trabajo es tan sencillo como lo puede parecer. Detrás de cada vídeo, foto o artículo que subo entran horas de trabajo. Junto a mi equipo, empezamos por definir el tipo de contenido que vamos a preparar en los diferentes medios/canales que llevo (sea de estilo de vida, viaje, moda, belleza). Después pasamos a la producción, un proceso que implica bastante tareas y que necesita tiempo. Por ejemplo, para cada grabación o sesión de fotos, tenemos que buscar localizaciones, crear estilismos, maquillajes adecuados además de dar contexto incluyendo cualquier otra información relevante. Si fuera tan sencillo, cualquiera podría llevar una carrera exítosa de influencer y, como dicen muchas de estas críticas, “vivir del cuento”. Además, una parte dura que nadie tiene en cuenta es que como cualquier autónomo, las influencers no nos beneficiamos de muchas garantías sociales. Trabajamos todos los días del año y no cogemos vacaciones porque nuestro trabajo requiere estar listos en cualquier momento. El no poder desconectar no es algo que cualquier persona pueda aguantar y de hecho, he visto muchos perfiles que pararon después de poco tiempo por no poder aguantar la presión que conlleva este trabajo. 

Tus decisiones de looks influyen en miles de personas. ¿Qué responsabilidad conlleva?

No creo que concretamente la elección de mis looks implique ninguna responsabilidad, lo que sí la implica son la elección de mis palabras a la hora de comunicarme con mi público o el mensaje que mandamos a través de nuestro trabajo. Me emocionan los cientos de mensajes que recibo cada semana de mujeres para las que soy un referente o les ayudo a conseguir motivación para lograr cualesquiera que sean sus sueños.

Tu mayor proyecto ha sido la creación de tu marca. ¿Cuándo sentiste que había llegado el momento para dar ese paso?

Llevaba mucho tiempo queriendo hacer algo más allá de las redes sociales. Mi objetivo siempre ha sido ser empresaria pero la carrera de influencer me encontró y, a pesar de que me encanta, mi mente siempre está trabajando en el siguiente paso y en desarrollar nuevas ideas. 

¿En qué punto está?

Han pasado dos años desde que lanzamos la primera colección. En este momento, seguimos siendo una empresa que se dedica exclusivamente a la venta online pero no excluimos empezar una distribución en tiendas físicas en un futuro no tan lejano.

Viajas por todo el mundo. ¿Cambia la moda en cada país?

Por supuesto, la moda es totalmente diferente en cada lugar del mundo. El destino donde más me inspiro y donde más me ha sorprendido el estilo de la gente es Japón, concretamente en Tokyo. La moda allí es frenética, divertida, original y arriesgada. Me encanta.

¿Por dónde crees que pasa el futuro de las influencers y el tuyo personal?

Creo que hay una clara tendencia a compartir cada vez más sobre las vidas privadas de los individuos. Ha llegado a límites que jamás imaginé que vería y creo que esto solo es el principio. También hay una clara tendencia al contenido vídeo. Cada día, la gente pasa más tiempo visualizando stories o vídeos en YouTube. Creo que esta demanda viene del hecho que el público quiere ver momentos más auténticos, con menos filtros. A medio y largo plazo, pienso que los vídeos se convertirán en la mejor forma de comunicar o mostrar moda, viajes o vida personal. En cuanto a mí, siempre me he adaptado a todo lo que ha ocurrido a lo largo de estos años e imagino que lo seguiré haciendo hasta que finalmente decide retirarme del panorama.

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