ENTREVISTA

Álvaro Gago: dirigir otro cine

Álvaro Gago
photo_camera Álvaro Gago

Escribe, produce, dirige y monta sus películas, además de trabajar en otros proyectos

Cuando llegué a cien, dejé de contar. La lista de festivales en los que fue proyectada la película “Matria”, del cineasta gallego Álvaro Gago (Vigo 1986) es interminable y todavía sigue rodando por las pantallas del mundo. Pero también es inmensa la lista de premios que ha conseguido en ese periplo internacional. Desde el festival de Cans, en O Porriño, hasta el de Sundance, en Utah, el festival de cine independiente más importante del mundo que fundó Robert Redford hace ya cuarenta años. En la edición de 2018, Álvaro Gago presentó su peícula, rodada en Galicia y en gallego que se llevó el Gran Premio de Jurado al mejor cortometraje

1. ¿Cómo caíste en el mundo del cine?

Yo diría que un poco por accidente. No puedo decir que fuese por influencia familiar porque en mi casa, si bien se tenía un gran aprecio por las artes, la pintura, la escultura, no se practicaba. Vi mucho cine de pequeño, sobre todo de Chaplin, pero yo atribuyo más mi “caída” en el mundo del cine más por entrar en un mundo que para mí era destonocido y por el que me entró una gran curiosidad. Estudié Comunicación Audiovisual en Pontevedra, luego me fui a Estados Unidos a estudiar teatro, con un programa de intercambio de la Universidad de Vigo. Estuve un año haciendo dirección y actuación en Chicago y después me fui a Londres, donde tuve un contacto nás directo con el mundo cinematográfico. 

2. El éxito de “Matria” fue abrumador ¿Te lo esperabas?

La verdad es que no. Ni lo hice con esa intención. Un proyecto así lo haces con la intención de que se vea, puedes tener unas expectativas, pero llegar a este grado de éxito puede que tenga que ver con la confluencia de varios elementos. Está claro que hay un punto de partida que es la calidad de la obra, pero también el momento... El caso es que tiene una extraordinaria acogida en todos los festivales en los que está presente. Yo procuro asistir a las proyecciones y así interactuar con el público.

3. ¿Y qué es lo que más les sorprende?

Sin duda la figura de Ramona, la protagonista de la historia. Me preguntan por ella, porque les parece un personaje misterioso.

4. Además de dirigirla, producirla y montarla, en esta película el guion también es tuyo. ¿Cómo surgió la idea?

Surge de la conexión que tengo con Ramona, la protagonista, que trabajaba en mi casa. Ella cuidaba de mi abuelo. A raíz del contacto con ella, cuando pasaba temporadas en Vilanova de Arousa. Yo veía que ella llegaba a casa y llenaba a mi abuelo de vida, así que comencé a construir la historia a partir de la admiración que sentía por esa persona. Pero como guionista yo no me atrevería a considerarme un creador, sino una persona que va construyendo una historia con las piezas que voy conociendo por las conversaciones con ella y con mujeres que trabajan en las conserveras en la zona. Más bien diría que la labor de guion es la de ensamblar toddas esas piezas como si de un puzzle se trataase.

5. ¿Es difícil financiar un proyecto así? ¿Cómo lo hiciste con “Matria”?

Tuve una ayuda de AGADIC, de seis mil euros, un crowdfunding de diez mil euros al que la gente respondió muy bien, y otra parte de financiación privada. En mi caso, con ahorros que invertí obtenidos de distintos trabajos que había realizado como editor en otras películas.

6. ¿Se recupera la inversión en los cortometrajes? ¿Dispone de canales para su difusión?

Es muy complicado. En el mundo del cortometraje, la distribución es difícil porque pese a que cada vez tienen más peso los formatos pequeños, en el mundo del cine es difícil encontrar soportes en los que se dé salida a los cortometrajes. Por eso, yo creo que en el caso de “Matria” hemos conseguido recuperar la inversión, pero yo lo consideraría como algo muy excepcional. El corto no es un género rentable, al menos tal como está el mercado hoy día. A mí no me había sucedido con otras piezas anteriores.

7. ¿No se programan cortometrajes en cine o en televisión, como sucedía antes? Yo recuerdo que cuando desapareció el nodo se abrió una puerta a los cortometrajes en el cine comercial, como una pieza previa al largometraje

Hoy día resulta muy difícil encontrarse ese tipo de programación. Y es algo que resulta ilógico porque el corto es un medio de expresión cinematográfica muy válido. Tanto como el largometraje, Porque, al final es lo mismo que comprar una novela y un cuento. Un cuento de Borges no tiene nada que envidiar a una novela larga. Son igualmente disfrutables. Tiene mucha influencia esta sensación de que un corto tiene que ser un salto a. Es decir que se considera un formato de aprendizaje, por el hecho de que tiene menos riesgo y menos inversión que un largometraje. Y está muy lejos de la realidad. Hay historias fantasticas que encajan muy bien en el formato corto.

8. ¿Y hoy día, hay canales para los cortos?

Se hacen esfuerzos por conseguir que los cortos estén en las salas de cine, por ejemplo, “Los desheredados”, que es un corto catalán que ganó un premio en Cannes, consiguió estar en salas, “Matria”, también, por ejemplo en Santiago, con un mediometraje ruso. La televisión podría contribuir muchísimo. La TVG tenía un programa en la década de 1990. Y si vamos al ámbito internacional, creo que salvo raras excepciones es la tónica general. Francia puede ser una excepción, porque tiene más cuidado por las artes y por el cine.

9. ¿Tienes en mente dar el salto al largometraje?

No es algo que descarto y sí, me gustaría explorar ese terreno. Pero, personalmente me siento muy a gusto haciendo cortos.  Entre otras razones, porque me permite dar más rienda suelta a mi imaginación y a experimentar con ideas y proyectos y me permite saltar de un asunto a otro con más libertad. Porque un largometraje te exige mucho tiempo de esfuerzo y dedicación. Es casi como hacer una tesis doctoral. El corto es más inmediato.

10. Además de director, guionista y montador eres productor ¿qué te aporta producir tus películas?

Para mí es un aspecto muy importante porque me permite controlar el proyecto en todo su contenido, no solo a partir de la realización, también en esa fase de producción, que es la que te da una gran libertad a la hora de trabajar. Podría trabajar con un productor ajeno, pero tendría que se con alguien con el que tuviese una gran afinidad de ideas, que entendiese la película como yo. Yo no me muevo por el terreno del cine comercial, prefiero contar un tipo de historias que me son más cercanas, que son próximas a la realidad que vive el espectador. Y producirlas tú mismo además de ser muy gratificante te aporta libertad.

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