También tengo recuerdos de su carne richada y de salir siempre contento, en parte por la compañía, que siempre es un factor esencial en toda comida, pero también por el trabajo sensato en los fogones.
Tengo recuerdos históricos de este bodegón que encontramos muy cerca del balneario, en Laias, concretamente en la bifurcación anterior al establecimiento termal si vamos desde Ourense o en la siguiente, si el viaje se hace desde Ribadavia.
Recuerdos, sobre todo, de cabrito asado al horno y de unas anguilas que ya no son del Miño, porque los embalses las han alejado de las aguas cercanas, pero siguen siendo gallegas y desde tiempo inmemorial constituyen uno de los sabores esenciales de ese paisaje, junto con los vinos del Ribeiro y los pimientos de Arnoia.
También tengo recuerdos de su carne richada y de salir siempre contento, en parte por la compañía, que siempre es un factor esencial en toda comida, pero también por el trabajo sensato en los fogones.
En el Bodegón O Veleiro practican una cocina muy casera, muy pegada al entorno, en un ambiente rural que disfrutan muchos de los huéspedes del balneario de Laias que llegan desde ámbitos más urbanos y agradecen ese carácter casi enxebre del local y de sus mesas exteriores de su terraza.
En esta última visita no tomé las anguilas, para las cuales os recomiendo que hagáis una reserva previa ya que no siempre están disponibles, ni tampoco las hay todo el año, al menos frescas. Descubrí que es mejor tomar pulpo que calamares.
El primero lo hacen muy bien, los segundos no tienen ninguna gracia y también que que tienen muy buena mano con la empanada, la de bacalao con pasas es de las mejores que he probado fuera de casa.Y tampoco hacen mal el jamón asado.
Quienes buscan cocina rural, aquí la tienen, a un paso del río Miño y a menos de un cuarto de hora de Ourense.
