El Paraje Natural Torcal de Antequera encierra una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa
Sin duda, una de las ciudades más importantes de Andalucía, referencia constante en la historia, el arte, la política, la cultura o la economía de nuestra comunidad. Es el municipio más extenso de la provincia, ocupado en su mayor parte por una llanura de tierras muy fértiles, en las que predomina el olivar y los cereales, rodeada por las Sierras de El Torcal y el Arco Calizo Central y en la que sobresale majestuosamente la Peña de los Enamorados, motivo de numerosos mitos y leyendas.
Antequera se extiende por la ladera de una colina al pie de la Sierra de El Torcal, en un entramado de calles de distinto carácter según las épocas, salpicadas de una innumerable relación de monumentos de interés: el Recinto Monumental de la Alcazaba, el Arco de los Gigantes, la Colegiata de Santa María, la Colegiata de San Sebastián, el Arco del Nazareno, el Palacio de Nájera, el Convento de San José, el Palacio de los Marqueses de la Peña, el Convento de Santa Eufemia, la Iglesia de Santiago, la Basílica de Santo Domingo, etcétera.
Y por supuesto un auténtico monumento de la naturaleza, El Torcal, verdadera maravilla natural, declarado espacio protegido por la Junta de Andalucía y cuya visita parece obligada.
El Paraje Natural Torcal de Antequera encierra una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa y, debe su nombre, a las dolinas o torcas, unas curiosas formaciones en forma de depresiones circulares.
Dos rutas invitan a perderse por esta ciudad de piedra. El camino que parte del centro de visitantes Torcal Alto, conocido como ruta verde, es donde las formas kársticas son más espectaculares.