EN LETRAS DE MOLDE

El Buero Vallejo más humano

"Cartas boca arriba" recoge la correspondencia que durante medio siglo mantuvo con el novelista Vicente Soto

Un Buero Vallejo "fieramente humano" sale a la luz en la que aspira a convertirse en la "joya" del centenario de su nacimiento, "Cartas boca arriba", que recoge la correspondencia que durante medio siglo mantuvo con el novelista Vicente Soto.

"Ningún escritor de la talla de Buero Vallejo generó un espistolario para un único destinatario de tal magnitud", ha dicho hoy sobre la obra su antólogo, Domingo Ródenas, que ha empleado tres años en la selección de estas 201 misivas de entre las casi 400 intercambiadas de 1954 a 2000 y que constituyen "dos autobiografías".

Por un lado la de Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 1916 - Madrid, 2000), uno de los grandes dramaturgos en español, que probó las mieles del éxito pero también el amargor del fracaso, que fue "ninguneado y castigado" por el régimen franquista e injustamente rechazado por la joven izquierda intelectual que protagonizó la "revolución divertida" del 68.

Por otro, la de un desconocido incluso para la crítica literaria, pese a que ganó el Premio Nadal en 1966 con su obra "La zancada". Vicente Soto (Valencia, 1919 - Madrid, 2011) tuvo que emigrar a Inglaterra para, literalmente, poder comer a diario, y compaginó su trabajo primero como friega platos en un restaurante y después como su gerente con su profunda vocación escritora.

Ambos se conocieron en una tertulia del Café Lisboa de Madrid en 1946. Buero Vallejo acababa de salir de la cárcel en libertad condicional y se le había retirado el pasaporte; Soto buscaba en la capital refugio al hostigamiento de las autoridades franquistas en su ciudad natal por su pasado republicano. La sintonía literaria, política y emocional surgió al instante.

No en vano eran "dos perdedores de la guerra que confiaron en que algún día volverían las luces democráticas", recuerda Ródenas.

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