Carlos Sabafrén, el arte de dar voz a la guitarra

Nació en Barcelona en 1960 y se fue de niño a vivir a Madrid. El gusto por la música le llegó a edad muy temprana. Estaba en el lugar y en el momento adecuado para participar de manera directa en el surgimiento de uno de los movimientos musicales con más vitalidad de la historia del pop español. La Nueva Ola madrileña. La movida, que arrancó en la segunda mitad de la década de 1970 y tuvo su cenit en la década siguiente. Fue integrante de uno de sus grupos primigenios, “Plástico”, tan histórico como efímero, que alimentó con varios de sus integrantes los que llenarían los escenarios años más tarde . Pero aunque le gustaba – y le gusta– tocar la guitarra, se volcó desde muy joven a diseñarlas y construirlas. Carlos Sabrafen es un luthier al que le apasiona su trabajo y treinta y cinco años después de haber abierto su primer taller, sigue experimentando y lanzándose a una nueva aventura, esta vez, desde Allariz, a donde llegó en 2014. Es un taller con distintos rincones, en los que desarrolla, paso a paso, su trabajo, desde que dibuja sobre el papel el instrumento, hasta que está listo para sonar, o el que dedica a tocar, la guitarra, la batería, acompañado de amigos. 

¿Por qué se hizo luthier?

Surgió, como surgen muchas cosas en la vida, sin querer. A mi me gustaba mucho trabajar con la madera, trabajar con los aparatos y fuchicar, desmontar y romperpor una. Me gustaba la música desde siempre y la guitarra desde la adolescencia. Empecé con una guitarra prestada, luego compré una y terminé haciéndome una con aglomerado y restos de otras guitarras rotas que la gente había tirado y así empecé.

¿Cómo se aprende el oficio de luthier?

Hoy día hay muchos caminos, incluso existen escuelas. Cuando yo empecé no había y mi camino arrancó buscando libros e información sobre cómo se construían guitarras. Entonces era mucho más difícil, no existía internet. luego empecé a trabajar con luthiers que tenían su taller en casa, ayudando, preguntando... molestando...  y en 1980 comencé a trabajar el taller de un luthier de Madrid y en 1982 monté mi taller propio.

En aquellos tiempos, había talleres de guitarra española pero, ¿de eléctricas? ¿Se hacían guitarras eléctricas en España?

La escuela de guitarra española era muy importante entonces. De guitarra eléctrica había algo. En España comenzaron a hacerse casi desde el comienzo de la época del rock. Incluso se fabricaban con licencia de la marca Höfner, que eran las guitarras y los bajos que llevaban los Beatles en su etapa de Hamburgo. Y había en el mercado, claro está, las marcas históricas, que venían de importación y eran carísimas.

Su taller comenzó, entonces, en pleno apogeo de la movida madrileña

La movida iba muy deprisa, en aquellos tiempos. Cuando comenzó yo estaba en un grupo que se llamaba Plástico, luego fui a la mili y cuando regresé ya viví aquel movimiento más como luthier que como músico. Seguía tocando, pero por hobby y me dediqué de lleno a la luthería. Así que, a partir de ese momento ya era un luthier que tocaba la guitarra. También toco la batería. Pero lo normal es que los luthieres toquen el instrumento que fabrican, entre otros motivos, porque hay que probarlos.

¿Además de guitarras y bajos eléctricos, trabaja con otros instrumentos? ¿Hizo alguna guitarra española?

Fundamentalmente, hago guitarras y bajos eléctricos. Hice alguna guitarra acústica, tipo Archtop, para jazz, pero guitarras españolas no hice nunca. Sí he reparado.

¿Con qué tipo de maderas se trabaja? 

Hay un tipo de maderas, un número muy reducido, que se trabajan tradicionalmente, pero que comienzan a ser más escasas y más caras y ahora comienzan a buscarse maderas alternativas. Hablamos de la caoba, el arce, el abeto, en los diapasones el ébano y el palosanto. Lo cierto es que por trabajar siempre con las mismas maderas se ha investigado poco en el uso de nuevas especies. Yo ahora estoy investigando con madera de castaño, que es muy abundante en Galicia. Mi intención es hacer instrumentos con maderas autóctonas de Galicia

¿Son diferentes los sonidos, de unas maderas a otras?

Cada madera tiene sus características propias, de densidad, de peso, de resonancia, de velocidad de transmisión de la vibración, elasticidad... y luego está la combinación de distintas maderas en un mismo instrumento, que se usan para buscar un sonido y unas características distintas.

Hoy se habla de instrumentos históricos por el nombre de su creador. Pienso en Guarneri, Stradivarius, con sus rasgos, su sonido característico. ¿Sucede lo mismo con los instrumentos contemporáneos? ¿El cliente va buscando la guitarra Sabrafen o viene con una idea preconcebida y encarga lo que quiere?

Normalmente, el cliente viene con una idea de lo que quiere, pero se deja aconsejar. Hay de todo, claro está. En alguna ocasión me he encontrado con un cliente que me trae una guitarra para que le haga una igual. Yo no hago ese tipo de trabajos, a parte de que le va a salir más cara. A mi me gusta hacer lo que me gusta, más que lo que me obligan a hacer. Por eso suelo llevar a mi terreno, al cliente, cumpliendo las necesidades del cliente. En ese sentido, mis instrumentos tienen un estilo propio mis clientes lo saben.

Llevaba usted más de treinta años con su taller en Madrid ¿Qué le hizo venir a Galicia, a Allariz? ¿Qué tal se vive aquí?

El amor (Sonríe). Lo cierto es que llevaba un tiempo pensando en dejar Madrid, en irme a las afueras de Madrid o a un pueblo de la sierra, porque las cosas se estaban poniendo muy difíciles. Mantener un local de alquiler, con los precios cada vez más altos, y sobre todo, con una crisis que se notaba en el número de encargos, se hacía complicado. Y sobre todo porque, cada vez tenía menos percepción de los beneficios que me reportaba la gran ciudad, entre otras cosas, porque no tenía tiempo para disfrutarlos. Mi mujer es gallega, y nos vinimos para Galicia. Conocía muy poco Galicia, ahora ya voy conociendo algo más. Y aquí estoy encantado. En Allariz se vive muy bien. Toco con los amigos. Hago lo que me gusta, casi cuando me gusta, voy teniendo trabajo. No es un trabajo para hacerse rico... no sé si hay algún trabajo que haga a uno rico y sea legal.

¿No se ha planteado crear escuela, tener aprendices?

Sí sí. Ya los he tenido. Y no solo aprendices, también trabajadores. y me han pedido, en ocasiones vener a aprender conmigo. Pero es una cuestión que depende, sobre todo, del volumen de trabajo, para poder pagar un sueldo. Porque yo no quiero tener a nadie trabajando gratis. La verdad es que es algo que me gusta. Me gusta trabajar acompañado, enseñar... y aprender, porque también siempre se aprende.