LA REVISTA

Castellón, ciudad para pasear

A sus excelentes parajes naturales se le suma un rico patrimonio

Castellón es la capital de la comarca de La Plana, situada en la Costa del Azahar, que posee innumerables atractivos. Numerosas plazas para disfrutar de sus temperaturas suaves, jardines de naranjos y un paseo que llega hasta el mar,  recorren esta urbe de orígenes medievales.

Castellón es una ciudad llena de historia, y este hecho se refleja en la cantidad de monumentos que salpican la ciudad. Desde de los restos del antiguo Castillo o los vestigios de la torre dels Alçaments, fechados en el siglo XIV, hasta las modernas instalaciones que ocupan en la actualidad los edificios del Impiva representantes de la mejor arquitectura de vanguardia.

 Las nuevas construcciones se sitúan en las zonas de expansión de la ciudad, como el Palacio de Congresos, dotando al entorno de un aspecto innovador y cosmopolita.

La zona centro de la ciudad es la que concentra un mayor número de edificios históricos; las plazas Mayor, de la Pescadería y de Santa Clara, tienen a la vez que una permanente animación, el sabor emotivo del pasado.

A pocos kilómetros de su centro urbano, Castellón cuenta con tres parajes naturales inigualables. Se trata de las Islas Columbretes, considerados por muchos buceadores como unos de los mejor conservados de todo el Mediterráneo y que pueden ser visitadas en visitas guiadas; el Parque Natural del Desert de les Palmes que cuenta con una serie de ruinas y construcciones de notable interés como son el castillo de Miravet, castillo de Montornés y el castillo Viejo, así como la ermita de Les Santes y de la Magdalena; y el Paraje Natural Municipal Ermitorio de la Magdalena.

En cuanto a sus playas destacan la Playa del Gurugú es una playa extensa y amplia, que limita con el mar y con el Paseo Marítimo que flanquea la carretera entre Castellón y Benicàssim.

La Playa del Serradal, cuyo elemento diferenciador más importante es la existencia de una zona de protección dunar, donde se ha desarrollado vegetación y en la que nidifica el Chorlitejo patinegro.

La Playa del Pinar recibe su nombre por la existencia de un Pinar que se divide en dos áreas: una abierta al público y empleada como zona de recreo y de actividades de asociaciones y entidades o eventos de renombre y otra que incluye un campo de golf municipal, club social, pistas de tenis, etc.

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