La Revista

Colores de humor

Creo que los niños deberían leer cualquier libro que les interese: si no es apropiado para su edad, ellos mismos lo abandonarán

 

Hace unos meses rescaté de una estantería un libro que hacía ya años que no leía, Fray Perico y su borrico. Lo hice porque estaba pasando unos días de tristeza absurda y reconcentrada y me pareció lo único que disiparía los pensamientos negativos que se acumulaban en mi cabeza antes de dormir. Así fue. Ji Ja Je.
Fray Perico y su borrico (Juan Muñoz Martín) es un libro muy tierno pero, sobre todo, muy divertido: durante su lectura sonríes todo el rato y, en ocasiones, hasta te ríes en alto. ¿Cómo es posible que un libro que está recomendado “para niños a partir de 9 años” – es decir, sin humor negro, sin dobles sentidos, sin alusiones sexuales, sin cinismo – sea divertido? Pensaba que el humor blanco era el humor poco valiente, timorato, conservador. Pero constato que no.


El hecho de poderme reír y pasar un rato entrañable con un libro destinado a niños a partir de 9 años, me hace replantearme la etiqueta de “literatura infantil” o “literatura juvenil”. Me pregunto si todos los libros son para adultos pero hay algunos que también pueden leer los niños o si, más bien, todos los libros son para todas las edades pero los adultos tienen miedo de que los niños lean ciertos libros.

Si me preguntan (y si no me preguntan, voy y se lo digo igual, así soy yo) creo que los niños deberían leer cualquier libro que les interese: si no es apropiado para su edad, ellos mismos lo abandonarán. Si me siguen preguntando (o no pasan la página) también creo que hay libros con una visión tan podrida del género humano que nadie, ni adultos ni niños, debería leerlos jamás (me pasó hace años con uno de Houllebecq)
Mi amiga Clarita me ha dicho que ella tenía otro libro de Fray Perico – en éste se iba a la guerra – así que he entrado a Google a ver qué. ¡Nada menos que ocho libros más! Corro a leerlos.

Te puede interesar