Durante décadas fue el símbolo del colonialismo norteamericano, de sus costumbres gastronómicas.
La hamburguesa ya existía en España antes de que llegase el primer Burguer King, en 1975, o el primer McDonald, que se estrenó en Madrid justo quince días después del golpe de estado de Tejero, el nueve de marzo de 1981. Pero su devenir en el siglo XX y la primera década del siglo XXI se circunscribió a la comida rápida. ¿Cómo ha dado el salto de la comida basura al mundo gourmet?
La única razón por la que la hamburguesa se inscribía en el peldaño más bajo del escalafón alimentario, estaba en su dudosa calidad tras un procesado poco saludable y lleno de aditivos que pudieran alargar la efímera vida de la carne una vez picada. Los escándalos que desvelaban las mezclas de carnes de distintas especies, caballo incluido acabaron con su poco crédito que este producto tenía en el mercado.
Cuando se despejan las dudas sobre la trazabilidad y la honradez de sus manipuladores , la cosa cambia . Y así es cómo la hamburguesa gourmet está ayudando a rentabilizar las canales del vacuno mayor y de las razas singulares. Hoy podemos comer una hamburguesa de Wagyu, famoso buey de Kobe que hoy se cría hasta en Burgos, o de Cachena de Entrimo.
