DE LA TIERRA

Una cooperativa refuerza el peso de la faba de Lourenzá

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Hace ocho años que se creó la IXP de la faba de Lourenzá. Su producción ha ido creciendo tíminda pero constantemente. La creación de la cooperativa Terras da Mariña le da ahora un gran empujón, no solo por el incremento en el cultivo sino también por su apertura de nuevos mercados.

Veinte socios  con una superficie cultivada de 39 hectáreas se unieron para formar la cooperativa Terras da Mariña. Les une la Faba galaica, una variedad local de alubia, habichuela, judía... (pero nunca haba, ya que la castellanización del nombre se corresponde con otra leguminosa que es de color verde), que desde 2008 tiene el sello de indicación geográfica protegida bajo el nombre de Faba de Lourenzá.

La cooperativa se constituyó el 2014 y en 2015 salieron al mercado por primera vez con sus productos. A día de hoy, cuando ya es están recogiendo las últimas vainas de judías de las plantaciones, cuentan ya con una producción importante, pese a que la sequía de este pasado verano no les dio muchas alegrías a los agricultores de la zona.

Aunque el nombre de la IGP centra la faba gallega con sello en  el municipio de Lourenzá, el nombre de la cooperativa, Terras da Mariña, hace más justicia al entorno geográfico en el que se cultiva, ya que comprende los municipios de Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, A Pontenova, Ribadeo, Trabada, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove, prácticamente todos los que se integran en la Mariña Lucense.

Desde hace unos meses, además del sello de la IGP los envases de las fabas de la cooperativa que se comercializan con su primera marca llevan la etiqueta de Galicia Calidade. Para José Cuadrado, presidente de la Cooperativa, la decisión de integrarse en el sello gallego está vinculado a uno de sus objetivos principales: explorar y penetrar en nuevos mercados y ampliar así el ámbito de expansión, no solo de la producción de la propia cooperativa, sino también servir de locomotora para toda la IGP.

Cada socio aporta a la cooperativa al menos la mitad de su producción. Eso garantiza, por un lado al socio, disponer de la cantidad suficiente para suministrar a sus clientes tradicionales, ya que buena parte de ellos ya se dedicaban a su cultivo antes de asociarse, y por otro, la suficiente cantidad a la cooperativa para afrontar sus planes de expansión de mercados.

Aunque el principal producto, en términos cuantitativos es la faba selecta envasada en sacos de medio y un kilo para tiendas de alimentación, y de 25 kilos para los canales de hostelería, una de sus mayores apuestas está basada en los productos de quinta gama, es decir, platos ya preparados para su consumo, presentados en latas de conserva de 400 y 800 gramos.

Fabas con callos, fabas con bacalao, fabas con setas, fabas con pulpo y ensalada de fabas constituyen la oferta actual que canalizan a través de tiendas gourmet por toda Galicia y aspiran a situar también, como las fabas en el mercado español e internacional.

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