Los sellos de indicación geográfica protegida y denominación de origen constituyen una garantía
Pimientos del piquillo que vienen de Perú, espárragos de China, lentejas de Canadá, habichuelas de Argentina, mejillones de Nueva Zelanda, vieiras del Pacífico, pimientos de Padrón que son marroquíes... compiten en precio, y a la baja, con sus homólogos nacionales. Hay muchas triquiñuelas para disimularlo, como por ejemplo, que el origen aparezca siempre en pequeño y en un lugar muy discreto si son foráneos. A veces, incluso generando confusión, porque la marca, siempre nacional, pone su dirección en tamaño mucho más grande y en lugar más visible que de dónde trae el género. Eso se hace especialmente notorio en los espárragos y las legumbres.
¿Es una manera de dar gato por liebre? No lo creo. Pero sí una estrategia muy poco transparente con el cliente. Los sellos de indicación geográfica protegida y denominación de origen constituyen una garantía. Las legumbres que aparecen en la fotografía muestran el ejemplo de algunos agricultores para defenderse frente a una competencia que no siempre es exterior, sino de marcas de toda la vida, que han dejado de comprarles a ellos e importan el producto para obtener más beneficio, porque, en algunos casos, el consumidor final no se ahorra nada comprando unas lentejas que han viajado miles de kilómetros.
