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Cuando un personaje no puede morir

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Vikingos, la serie del canal Historia, enfada a sus fans con una muerte esperada pero inesperada

¡¡¡ALERTA ESPOILER!!!

En el mundo de las ficciones televisivas existen estrategias para dejar shockeado al espectador y así engancharlo todavía más. Generalmente esta terapia de electroshock suele reservarse para la muertes, muertes de aquellos personajes que creemos firmemente que no van a morir y además, no podemos ni intuirlo. Pasó con la muerte de Glenn en The Walking Dead -al que se preocuparon de resucitar primero para que el susto fuese aún mas terrible- y muchos personajes más; o con el adiós de Richie en Los Soprano, caso contrario porque su muerte era el deseo incontenible de cada espectador solo que parecía que no iba a llegar nunca. Sin embargo, hay veces que ese personaje tan carismático, ese que encarna el motivo por el que seguir la serie, ese que no puede morir bajo ningun concepto, se muere. Y te lo esperas, ya sabías que iba a pasar por que estaba claro, pero no, sigue sin tener derecho a morir. 

Esa es la sensación que nos depara el visionado de la segunda parte de la cuarta temporada de Vikingos (Michael Hirst) con la llegada al Valhalla de Ragnar Lothbrok en el episodio 4x15. Te lo ves venir, por que sabes que él quiere morir, pero ¿Que va a ser de los vikingos sin el grandisimo Ragnar, que no puede morir? Lo ves negociar su propia muerte, pero buscas ese plan secreto que acabará con lo vikingos en el poder de Wessex. Lo meten en una jaula y emprenden el viaje sin retorno hacia el Rey Aelle, y sigues esperando a que Ragnar despierte de su letargo y huya dejando ríos de sangre a su paso, pero no pasa nada. Lo mira un ciego, completando la profecía que una vez hizo el sabio de  Kattegat, pero sabes que no puede ser, presenciaste el intento de suicidio de Ragnar y efectivamente, no pudo morir. Un centenar de soldados lo maltrata sin piedad y tu piensas: ¡Maldita sea, es hora de rebelarse! Pero no hay rebelión, hay serpientes y un agujero enorme que simboliza las puertas del Valhalla. Y cae entre las serpiertes generando un último brillo de esperanza en los ojos del espectador, las serpientes no van a morder al gran Ragnar Lothbrok, pero muerden como si no hubiera un mañana. Amanece y para matar todas las esperanzas, los cuervos de Odin emergen de todas partes para confirmar al mundo la muerte más esperada e inesperada del mundo de las series. Ahora solo nos queda el pequeño Ivaar y la gran Ladgerda como promesas del mundo vikingo, pero nadie puede recomponer nuestro corazon, que se ha ido al Valhalla siguiendo a Ragnar.   

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