SALUDABLE

El descanso, ese elemento superfluo y despreciable

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Pues sí. El descanso o recuperación. Parte fundamental del entrenamiento en cualquier deporte o ejercicio físico.

En el artículo de esta semana vamos a escribir sobre un factor del entrenamiento revolucionario, novedoso, barato y de efectos sorprendentes. Se denomina (caras de atención) ¡el descanso! (caras de decepción).
Algunos dejarán de leer aquí, seguro. Doblarán la página a la mitad dos veces y la destinarán a la higiene de las partes nobles, mientras emplean su valioso tiempo en encontrar la fórmula mágica para aumentar, más si cabe, el volumen de sus portentosos bíceps y pectorales. El descanso ¡Vaya estupidez!

Pues sí. El descanso o recuperación. Parte fundamental del entrenamiento en cualquier deporte o ejercicio físico. Para algunos expertos y recientes deportistas, un invento de los entrenadores para tocar las narices y hacerse los interesantes.
 
CALIDAD, ANTES QUE CANTIDAD
Con el rendimiento físico sucede como el fútbol o la política. Todo el mundo sabe. A veces, más que el profesional. Quizá por ello, algunos genios concluyen que, cuantas más horas me entrene, mejor. Cuantos más días, más kilos, más repeticiones, más kilómetros, más velocidad, más altura... mejor será el resultado. Y si un día no se puede cumplir, pues se hace el doble al siguiente “para compensar”. Como si el cuerpo fuese un saco a rellenar. Cuanto más “madera”, mejor funcionará. Maloserá, home. 
Al contrario de lo que algunos piensan, no es la cantidad sino la calidad del entrenamiento lo que nos hace mejorar. Y esa calidad incluye los descansos entre repeticiones, series, ejercicios, sesiones, días, semanas, meses y temporadas. Estipulados según los diferentes objetivos y el buen criterio del profesional preparado, el que se formó para este trabajo.

PREVENCIÓN DE LESIONES
Pero para algunos autodidactas, el descanso es un elemento prescindible, casi tan despreciable como el calentamiento. Y si no se repara en las pausas rutinarias ¿quién va a cesar o reducir el entrenamiento cuando el cuerpo nos envía las primeras señales de fatiga o lesión? ¿Cómo convencer a una rata de gimnasio o a un esquizofrénico “runner” para dosificar o cesar la actividad? Imposible. ¡Si ellos saben más que nosotros! Pues así nos va. Eche o que hai.

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