Según la investigación, del Departamento de Comunicación de la UPF y publicado en la revista Associaçao Brasileira de Pesquisadores em Jornalismo, el modelo de periodismo tradicional se ha tenido que adaptar a las nuevas tecnologías: la web 2.0 y la digitalización de los medios
EL AVANCE de las tecnologías de la comunicación y de internet han hecho posible que el acceso y la difusión de la información no sólo sea prácticamente instantáneo y directa entre emisores y receptores, sino que también ha planteado dilemas como el papel de los filtros de veracidad de esas informaciones o, planteando dudas sobre el papel de periodistas e informadores en un mundo de la comunicación sobredimensionado de páginas web, blogs y "youtubers".
Esta sobresaturación de fuentes, datos e informaciones ha vanalizado las noticias, convertido hechos intrascendentes en noticias virales y afectado gravemente a los medios de comunicación tradicionales.
A pesar de estos profundos cambios en el sector de la comunicación, la experiencia y la capacidad crítica aún cuentan, según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
Según la investigación, del Departamento de Comunicación de la UPF y publicado en la revista Associaçao Brasileira de Pesquisadores em Jornalismo, el modelo de periodismo tradicional se ha tenido que adaptar a las nuevas tecnologías: la web 2.0 y la digitalización de los medios.
En España, el paso de los periódicos en papel impreso a diarios digitales comenzó alrededor del año 2000 y los cambios estructurales que ha supuesto esta transfiguración de la información hacen que hayan surgido nuevos perfiles profesionales con nuevas competencias asociadas al periodismo.
Este es el punto de partida del estudio, cuyo objetivo ha sido estudiar con detenimiento los nuevos perfiles y las competencias más demandadas en España para ejercer como profesional de la información.
Los autores evidencian que la digitalización de la información ha favorecido la aparición de nuevos formatos comunicativos como la hipertextualidad de los contenidos; el lenguaje multimedia con la integración de texto, grafismo, imagen y sonido en un misma unidad comunicativa; la interactividad con las audiencias; y la instantaneidad y la personalización de los contenidos.
El trabajo concluye que, a pesar del cambio de paradigma impulsado por las nuevas tecnologías, las competencias tradicionales son todavía las más valoradas.
