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Finca Viñoa, la tradición en el siglo XXI

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Desde su finca de 16 hectáreas, en Banga, se puede ver todo el valle del Avia, casi hasta su desembocadura 

Desde su finca de 16 hectáreas, en Banga, se puede ver todo el valle del Avia, casi hasta su desembocadura. En la margen izquierda, Gomariz, San Clodio, Cenlle... Pero la Finca Viñoa, domina el Ribeiro con sus bancales escalonados desde los cien hasta más de trescientos metros sobre el nivel del mar. Unos más pequeños, otros más grandes, unos con una ligera inclinación, pero todos mirando al río desde la distancia.

Este es el paisaje que luego se transforma en los vinos de Finca Viñoa, un proyecto integrado en el grupo Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional y que tiene dos marcas en el Ribeiro: Pazo Casanova y Finca Viñoa. Esta última es la única gran finca y vino del Ribeiro establecido en el término municipal de O Carballiño. Merece la pena perderse por recónditas carreteras, para conocer un viñedo tan emblemático de la diversidad del Ribeiro. Finca Viñoa comparte espacio en la bodega de Pazo Casanova.

Resultaría impropio decir que es allí donde se elabora el vino, porque realmente, es en la viña donde están proporcionados los porcentajes de cada una de sus variedades. Treixadura, Albariño, Godello y Loureira. Hay algunas variedades más, todas ellas autóctonas, pero en pequeñísimas proporciones. Pero el conjunto se armoniza aportando cada una sus cualidades. La Treixadura las arma a todas las demás, pero esos otros matices aromáticos, los toques frutales, el carácter goloso, se van ensamblando como instrumentos bien temperados que luego, al abrir la botella, se manifiestan al unísono.

Viticultura muy respetuosa con el medio natural y un trabajo en bodega que se basa, fundamentalmente, en aplicar la sabiduría adquirida y acumulada durante siglos por generaciones y generaciones de viticultores del Ribeiro, con esa visión contemporánea que gracias a la gran transformación tecnológica vivida en buena parte de las bodegas gallegas a lo largo de las dos últimas décadas permite que un vino pueda ser, a la vez moderno y arraigado a las tradiciones. 

Finca Viñoa muestra una gran vitalidad aromática cuando se sirve en la copa y en boca todavía sorprende más por su equilibrio y elegante frescura.

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