Playlist

Gorillaz: Reject False Icons

gorillaz

Nacieron para criticar la superficialidad de la música alternativa; dieciocho años después  siguen siendo la banda más moderna e interesante, y posiblemente, la más indie

Recuerdo nítidamente la primera vez que escuché a Gorillaz. Reconocí la voz de inmediato y pensé que Blur habían regresado, y que además sonaban diferentes, frescos y valientes. Para un fan como yo, era la mejor noticia del mundo. Días más tarde, viendo la desaparecida MTV2, volvía a sonar la melodía de “Clint Eastwood”, el icónico single, pero en la TV no había rastro de Albarn, Coxon y compañía. Los que interpretaban aquel hit eran cuatro personajes animados, raros, enigmáticos, oscuros, pero por encima de todos seductores como pocos artistas llegaban a serlo.

Todo era misterio a su alrededor. ¿Quiénes eran? ¿De dónde venían? ¿Estaba Damon detrás? Fue una revolución, como unos archies manga mezclando electrónica, hip hop y rock alternativa. La cabeza nos explotó a todos.

Hace la friolera de 18 años de aquel debut y hoy Gorillaz ya forma parte de la historia de la música entonando todavía su famoso “Reject False Icons”

El universo artístico/virtual/musical creado por Damon Albarn y Jamie Hewlett nació en forma de ferviente crítica a la superficialidad, en la que la música alternativa se había convertido a finales del 90 y principios de los 2000, más preocupada de los estilismos de sus ídolos y los vídeos de MTV que de lo que realmente importa, las canciones.

Dieciocho años después, siete discos a sus espaldas, decenas de propuestas diferentes en directo, un documental, un libro autobiográfico de sus cuatro integrantes –2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs– y un puñado de premios, Gorillaz sigue siendo la banda más moderna e interesante del panorama mainstream actual, y posiblemente la más “indie”, artísticamente hablando. 

De todo esto han dado fe el pasado mes con su actuación en el Sónar de Barcelona. Allí demostraron  que la mayoría de edad les sienta de maravilla a todos: 2 -d, en plena entrada a la cuarentena está feliz,  Noodle se ha convertido en una veinteañera guerrera y guitarrista maravillosa, Murdoc sigue siendo un ferviente seguidor de Satán –y líder indiscutible de la banda al mando del bajo– y el bueno de Russel cada día disfruta más paseando a su cerdo e intentando que los demás no discutan mientras aporrea la batería.

Detrás, un Albarn que me atrevería a decir que está en su mejor momento compositivo. Algo que a la generación que hemos crecido con él nos insufla vida, alegría y alimenta nuestras ganas de seguir descubriendo nuevos caminos.

Te puede interesar