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El general Prim, el primer magnicidio

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La trayectoria del general Prim (Reus, 1814- Madrid, 1870), combatiente como soldado en las guerras carlistas, resulta bien laureada

La del XIX fue una época convulsa, lo dicen los libros de Historia. 

  La trayectoria del general Prim (Reus, 1814- Madrid, 1870), combatiente como soldado en las guerras carlistas, resulta bien laureada; en política defendió los ideales liberales progresistas, que le obligarían a compatibilizar el exilio con sonadas campañas en el frente. 

   En 1868, y tras años de conspiración contra Isabel II, llega la definitiva. El 17 de septiembre, con el apoyo de varios partidos políticos se subleva en Cádiz. Un movimiento que cobra fuerza y se repite ciudad por ciudad; en menos de un mes -7 de octubre- entra en Madrid; le llaman La Gloriosa. Veinte mil almas lo arropan como héroe, a Isabel II -un desastre de inmoralidad y de reinado- no le queda otra que huir y dejar el trono. Un Gobierno provisional con Prim al frente y Francisco Serrano asumiendo la regencia a la espera de un rey. Tras muchos candidatos en liza, es elegido Amadeo de Saboya. Elección polémica, con tensiones entre los partidos y cargos que sentían su futuro en peligro. El general Prim visibilizaba para sí todo tipo de enemistades. Desde el diario “El Combate” le anunciaban en sus páginas, que “le matarían en la calle como un perro”. 

   Le dispararon en la calle, en la calle del Turco, tras un debate en Cortes sobre la dotación económica para el nuevo rey. Una emboscada a su carruaje de caballos, junto a él, sus ayudantes Moya y González  Nandín. Dos carruajes de caballos bloqueaban la calle, varios hombres con trabucos rompen los cristales de la ventanilla y disparan sobre Prim, Ocho tiros a quemarropa, heridas en el antebrazo izquierdo y la mano derecha, también en el hombro. Lo que vino después es confusión. A tres días de la llegada del nuevo monarca, las referencias al estado de salud se minimizaron. A Prim lo atendió Melchor Toca, muy afamado. Sin embargo, tres días después fallece. Por su significación política, en favor de Cataluña y ascendencia, está enterrado en Reus

. En 2012 se exhuma el cuerpo y practica una autopsia, Un cuerpo momificado, refleja la pérdida de sangre, en su cuello aparecen marcas que investigadores atribuyen a una muerte por asfixia. Sea como fuere, de la autoría nada se sabe. Se dice que Montpensier y Serrano fueron los instigadores del magnicidio, un golpe de estado en toda regla. Nadie pagó por ello. 

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