LA REVISTA

Un histórico que supo encajar el paso del tiempo

Chavolas Vigo
photo_camera El restaurante Chavolas en Vigo.

Ahora que el Casco Vello de Vigo se ha puesto de moda con muchísimos establecimientos, conviene recordar aquellos que ya estaban allí cuando este barrio era una ruina. Incluso mucho antes de arruinarse, cuando la Casa Consistorial estaba en la plaza de la Constitución.

Ya llovieron años y décadas desde que se hizo un hueco entre los bares históricos de Vigo por sus vinos del Ribeiro, de la zona de Cenlle y Ribadavia, y por unos mariscos generalmente bien escogidos. Así lo conocí yo hace más de treinta años. Los tiempos han cambiado y el Chavolas, que debe su nombre a esa pequeña localidad de Cenlle, en la frontera con Ribadavia, mantiene el sabor de local antiguo pero se ha expandido, con nuevos espacios anexos y posee una carta para tapear y comer o cenar por precios bastante razonables.

Sigue teniendo marisco, pulpo, choquitos en su tinta, pero también ha ampliado el catálogo con una tortilla al estilo de la casa que son en realidad unos huevos rotos sobre patatas fritas, muy bien hechos. También tiene un amplio surtido de carnes, para hacer en la cocina e incluso para terminar en la mesa sobre unas parrillas portátiles que dan, eso sí, un ambiente un poco a “fumeiro” al comedor, porque si hay algo que le falla es la ventilación y entonces, cuando hay mucha gente pidiendo lo mismo, el humo se hace un poco difícil de soportar.

El Chavolas ha sabido encajar el paso del tiempo y cuenta con una abundante clientela, por lo que recomiendo reservar, sobre todo en esta época de comidas y cenas de empresa y de fiestas, de quienes llegan de muchos sitios para aprovechar y ver las luces y el ambiente navideño de esta ciudad, que era mucho más pequeña cuando este bar abrió sus puertas.

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