Y COMER

Hotel Roma, el arte de seducir con buenas carnes

hotel_roma_result
photo_camera Fachada del Hotel Roma.

Vuelvo a este restaurante cada vez que paso por Sarria y a lo largo de estos veinte años he visto su evolución

Cuando fui por primera vez al restaurante del Hotel Roma no existían ni Trip Advisor, ni Google. Todavía se pagaga en pesetas. Parece tan lejano... Y en realidad fue hace veinte años, que no es poco. Estaba alojado en otro hotel, en Sarria, y pregunté dónde se podía comer bien. Me llamó la atención que el recepcionista me dijese sin dudarlo: “Vaya al hotel Roma”. ¡Eso sí que es fair play!

Era una noche gélida de invierno. En el camino me llegaba el aroma del humo saliendo de las estufas de leña de las casas. El hotel Roma está al lado de la estación del tren de Sarria. Y allí, también me recibió ese olor del fuego, pero matizado por una carne que se hacía con paciencia a la parrilla, mientras el maestro asador cortaba nuevos trozos de ternera para poner a las brasas. Es una maravilla el churrasco de ternera. Lo he comido tan bueno como aquí, pero nunca mejor. Vuelvo a este restaurante cada vez que paso por Sarria y a lo largo de estos veinte años he visto su evolución. La carta se ha nutrido de carne de porco celta, buen pescado, platos especiales para vegetarianos... todo un surtido de platos de cuchara tanto de invierno como de verano, pero en ese ponerse al día, ni la cocina ni el servicio ha claudicado en lo que es su emblema: un ambiente cálido, acogedor, limpieza que salta a la vista en cualquier estancia del local, un excelente trabajo tanto en la cocina como a la parrilla y un respeto casi religioso a la hora de manejar las materias primas. Es bueno el pescado, cierto, pero como soy de puerto de mar, lo que más me seduce es su carne: desde el cordero hasta el cerdo, el celta o el ibérico. Es una cocina muy apegada a su tierra y eso, para el viajero, es siempre un valor que agradece tanto como el buen trato. 

Te puede interesar