ENTREVISTA

José Manuel Rodríguez, el decano del vino 

José Manuel Rodríguez.
photo_camera José Manuel Rodríguez

Lleva 35 años defendiendo la viticultura de la Ribeira Sacra y 27 como presidente de la denominación con el paisaje más impresionante de España.

Es el decano de los presidentes de consejos reguladores de las denominaciones de origen de Galicia y también de las regiones vinícolas con DO de España. Nada menos que 27 años al frente de la DO Ribeira Sacra. José Manuel Rodríguez (Sober, 1956) es un hombre campechano, con una ironía amable pero a veces punzante como un estilete. Sobre todo cuando defiende que la Ribeira Sacra ha llegado a ser lo que es gracias al vino.

1. ¿Cómo entró en el mundo del vino?

En Sober estás en el mundo del vino desde que naces, porque allí todo el mundo tiene una ribeira, ya sea en el Sil o en el Cabe. A mí me viene de siempre. Implicado ya más en serio, digamos que ese momento me llegó con las elecciones municipales de 1983. Mi padre había sido concejal en el Concello de Sober en las primeras elecciones democráticas y cuando falleció, en la corporación dijeron, “que entre o fillo”. Y así entré.

2. ¿Y ahí comenzó su participación en la feria del vino de Amandi?

La feria estaba organizada por un grupo de amigos, que fueron los que empezaron. Casi siempre empiezan así las ferias. El Concello ponía dinero. Y a partir de 1987, que volví a presentarme en aquellas elecciones, la organización de la feria corrió por cuenta del Concello y me encargaron a mí que me ocupase. A partir de ahí se le dio un gran impulso a la feria y ya se comenzó a fraguar la creación de la denominación de origen, con Evaristo, de Abadía da Cova, Manuel Gómez Guntiñas de Val de Quiroga… empezamos a entrar los que estábamos ligados ya al mundo del vino y ahí empezó todo.

3. En aquel momento ¿se hablaba de Amandi, más que de Ribeira Sacra?

En aquel momento había tres zonas vinícolas tradicionales, que eran Amandi, Chantada y Quiroga. Es más, cada una tenía incluso su propio espacio comercial. Lugo era de Chantada. El norte de Lugo era de Quiroga. Y Amandi era Santiago y Vigo. 

4. ¿Fueron determinantes las fierias para conseguir la DO?

Es como en un incendio: el fuego siempre empieza por una pequeña llama. Las ferias fueron el detonante. Los bodegueros que vendían sus vinos en esas ferias, que si sumamos las de cada una de ellas, la de Amandi, que fue la primera, Chantada y Quiroga, fueron como ese incendio en el territorio que empezó a revivir el tema del vino que era algo que estaba olvidado y casi perdido. Entre unos cuantos empezamos a predicar por los pueblos en los ratos libres, por las noches a veces, convenciendo a la gente de que iba a ser bueno tener una denominación de origen. Y así, encadenándose una cosa con otra fue como nació Ribeira Sacra. Primero como IGP de viños da Terra.

5. ¿Ya tenía su bodega, en ese momento?

En casa siempre hubo bodega, pero eso es algo común en la Ribeira Sacra. Todo el mundo elabora vino. Yo en aquel momento estaba poniendo en marcha un proyecto que fue la primera bodega industrial de la zona, Rectoral de Amandi. Una bodega que nació con la cosecha de 1988, en un galpón, con luz de obra y hoy es una de las grandes bodegas de Galicia. Y es que  en aquel momento todo llevaba su tiempo, sobre todo cuando se empezaba de cero. Al margen de ese proyecto, sí, yo ya tenía mi bodega y, de hecho fue una de las primeras en formar parte de la recién nacida Ribeira Sacra, primero como IGP y luego como DO.

6. ¿Por qué primero fue IGP antes que DO? Eso no había sucedido a ninguna otra denominación de origen vinícola en Galicia.

Porque fue lo que nos concedieron en 1991. No llegamos a ser DO hasta 1996. Y sí, es cierto, parece que en otros territorios hubo como más apoyos por parte de los políticos. Aquí, no sé, si porque estábamos entre dos provincias o por lo que fuera, el caso es que más que apoyos lo que encontramos es que nos pusieron muchas piedras en el camino. Rías Baixas, por ejemplo, que es de nuestra misma época, tuvo directamente DO. Monterrei, que ya era DO en los años cincuenta aunque luego la perdió, también. Nosotros tuvimos que luchar… y bastante. Creo que eso fue bueno porque las cosas que vas consiguiendo con esfuerzo se consolidan mejor.

7. Hoy día se habla de Ribeira Sacra como uno de los grandes destinos turísticos de Galicia. ¿En qué medida debe esa posición de privilegio al vino?

El gran motor de desarrollo de la Ribeira Sacra fue, sin lugar a dudas el vino. Y el boom del turismo en la Ribeira Sacra se debe al vino. Si eliminamos el paisaje vitícola desaparece todo. A veces oigo a la gente hablar del patrimonio histórico y monumental, y sí: el patrimonio lleva ahí ocho siglos y es muy importante para nosotros. Pero aquí no venía ni San Pedro a mirarlo. Esa es la realidad. Hasta que el consejo regulador comenzó a dar a conocer el paisaje vitícola, aquí venían cuatro. La prueba está en el impacto en los medios cuando llega la vendimia. Abrimos el telediario de TVE, y de televisiones y medios de todo el mundo. ¿Por qué? Pues porque es impactante. No sacan una vendimia en La Mancha o en La Rioja.   Lo que pasa que una vez que llegas aquí conoces el total, pero lo que hace que la gente venga es un paisaje de viñedos realmente singular.

8. Y el paisaje, ¿también ayuda a vender el vino?

El paisaje determina cómo es el vino, y sí, desde el punto de vista emocional, ayuda. Pero los vinos de Ribeira Sacra no son baratos, si los comparamos con la media del mercado. En España hay 4.500 bodegas y más de 34.000 marcas de vino. Es un mundo. Y ahí, nuestra posición se consigue, fundamentalmente, con la calidad. Si a quien lo paga no le gusta, por muy bonito que sea el paisaje, no lo vuelve a comprar.

9. Cuando usted era niño ¿Era así el paisaje?

Cuando yo era niño, e incluso hasta los años setenta, ésto era un desierto. Las viñas habían sido abandonadas porque a partir de la década de 1950 empezó a entrar vino más barato de fuera. La industrialización del vino que llegaba en ferrocarril a Galicia, y se abandonaron las explotaciones aquí, empezó la gran emigración a las ciudades, tanto de Galicia como del resto de España y de fuera. Salvo en pequeñas zonas muy puntuales, no había un viñedo en pie. Por eso el paisaje cambió cuando volvió el vino.

10. ¿Y puede volver a cambiar? lo digo por la falta de relevo generacional

No es el relevo generacional lo que condiciona el futuro, sino la rentabilidad económica de la actividad. En La Rioja, los colegios están llenos de niños, locales o extranjeros, porque sus padres tienen trabajo. Aquí, sea por relevo generacional o por inmigración, si es rentable, seguirá habiendo viñedos y población.

Te puede interesar