La crítica

"Jurassic World: El reino caído"

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J.A. Bayona ejecuta un espectáculo cinematográfico de primer nivel

J.A. Bayona asume, y supera con nota, su primer y mastóndico reto en Hollywood dejando su sello en una de las sagas más populares de la historia del cine. En su cuarta película, “Jurassic World: El reino caído”, el director de “El orfanato”, “Lo imposible” y “Un monstruo viene a verme”, doma a la bestia para hacer suyo un blockbuster en el que, sin olvidar nunca su principal misión -entretener y maravillar al respetable- explora, desde oscuros rincones que productos como este no acostumbran a a transitar, la relación entre el hombre, la ciencia y la naturaleza.

Lo hace como requieren estos trances palomiteros: sin subrayar esas grandes preguntas sobre la vida y su valor, sobre el empeño del hombre en traspasar ciertas líneas rojas pensando solo en su propio beneficio, que ya movían todo el entramado fantástico creado en las geniales novelas de Michael Crichton. Valiéndose del muy funcional guión que firman Colin Trevorrow -director del anterior filme de la saga... y del próximo- y Derek Connolly, Bayona las va dejando ahí, encima de la mesa, para que quien quiera las recoja.

Y quien no... pues que se limite a disfrutar de un espectáculo cinematográfico de primer nivel. Que no es poco.

Y es que al catalán lo mismo le da poner a correr a Naomi Watts y Ewan McGregor delante de una ola gigante en Tailandia que a Bryce Dallas Howard (sin tacones esta vez) y Chris Pratt ante un torrente de lava precedido de una variopinta estampida de dinosaurios en la Isla Nublar. Bayona vuelve a demostrar su magnífica mano para las secuencias gigantescas -de una en “Lo imposible” pasa ahora a lidiar con cinco o seis para llevarse la saga jurásica a un lugar improbable, a su terreno: al terror gótico en el que él se mueve como pez en el agua.

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