LA CRÍTICA

"La batalla de los sexos"

20171114231556127_result

Carrell y Stone bordan sus papeles en un gran diseño de producción

“La batalla de los sexos” es la crónica de la rivalidad existente entre el ex-tenista profesional de 55 años Bobby Riggs y su oponente de 29 años de edad, la tenista Billie Jean King, quienes se enfrentaron en un partido legendario en 1973. Se quería entonces conocer si una tenista profesional femenina podía realmente vencer a un hombre (aunque fuera ex-profesional), un evento que atrajo a más de 50 millones de estadounidenses ansiosos de saber qué sexo vencería.

El feminismo acaba siendo el gran tema de “La batalla de los sexos”, algo que va a permitir trazar varios paralelismos con la situación actual de una lucha que hace ya muchos años que debería haber conseguido sus más que razonables objetivos.

Lo primero que destaca en esta cinta es su estupendo diseño de producción al servicio de la ambientación que trae de vuelta los años 70 acompaña a un notable apartado técnico que alcanza su punto álgido en la recreación del partido, donde la narración cinematográfica se entremezcla con el lenguaje televisivo de una manera extraordinariamente fluida. Aunque por encima de todo esto, “La batalla de los sexos” es una película de actores.

Un vehículo ideal para el lucimiento de sus dos estrellas protagonistas desde dos enfoques totalmente contrapuestos. Tanto Steve Carell como Emma Stone bordan sus papeles. Carrel  borda el bufonesco personaje de Bobby Riggs y Stone sale triunfante del enorme desafío a base de fuerza, puro talento y sutileza en los matices.

Te puede interesar