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La moda se aprende

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La escuela Goymar de Vigo lleva cerca de 30 años formando a los futuros profesionales del mundo de la moda. Su directora, Mar Ciorraga, explica los entresijos de la formación 

¿Cómo nació Goymar?

Goymar nació en Madrid allá por el año 1963, por la fuerte industrialización del sector textil que en ese momento alcanzó gran auge en España. La demanda de prendas de vestir aumentó el número de talleres y fábricas, había cada vez más demanda de profesionales formados para la industria. 

¿Cuál es la filosofía educativa de la escuela?

Nuestro objetivo es enseñar al alumno a desarrollar los conocimientos recibidos durante su periodo formativo en una empresa y/o en su propio taller. Nuestra filosofía no ha cambiado desde los primeros tiempos y seguimos formando a profesionales del sector textil y la confección con una formación 85% práctica para la que contamos con la inclusión de la última tecnología de aplicación en el diseño-patronaje.

Después de tantos años de funcionamiento, ¿tienen un perfil de alumno definido? 

Sí, aunque cada vez es más difícil y es diferente en cada una de las especialidades, el perfil del alumno de diseño es el de estudiantes jóvenes a los que le gusta el mundo de la moda, siguen las tendencias por internet y tienen ganas de diseñar sabiendo lo que hacen. El perfil de patronaje es el de una alumno más adulto que, muchas veces viene a la escuela después de su trabajo en distintos departamentos de empresas de confección y vienen para cubrir sus necesidades de aprender el trabajo de los patronistas que trabajan con ellos.

¿Cuáles son las principales inquietudes y expectativas de los alumnos cuando entran y cómo van evolucionando?

Vienen con ganas de aprender y, una vez en la escuela, se dan cuenta de la importancia de su figura en la empresa. Si falla el diseño, si no aciertas con el color o las líneas de tendencia, si tus prendas no sientan bien..., en resumen, si no haces que cumplan las expectativas del cliente, la empresa no va a vender y una temporada sin ventas es la ruina. Esto que parece tan fácil llevado a la práctica es una tarea arduo difícil y el alumno gracias a su formación hace frente a ella. Nuestra figura desde fuera no recibe la importancia real que tiene pero la moda y, por lo tanto nuestros alumnos, son uno de los motores del mundo. Muchos llegan aquí pensando que son súper diseñadores pero día a día se les va moldeando y quitando lo que no sirve.

¿Qué es lo más y lo menos satisfactorio como docentes de una profesión tan creativa?

Coma a cualquier padre le llena de satisfacción cuando ve que sus hijos se defienden en la vida solos, para nosotros los docentes la satisfacción es saber que nuestros alumnos caminan y vuelan por ellos mismos. Cuando te dicen dónde están, cuando ves una etiqueta en una prenda con su marca, cuando ves sus prendas en una pasarela o anuncio... Cuando triunfa un alumno, triunfa la escuela y eso es satisfacción. Como docente lo peor es ver a un alumno con inquietudes que tiene que dejar sus estudios.

¿Cuáles son las principales oportunidades laborales a las que acceden? 

Gracias a las prácticas finales, lo habitual es que comiencen trabajando para una empresa o firma. Desde hace unos años se ha puesto de moda la opción de trabajar en estudios creativos para diferentes marcas y algunos alumnos intentan la creación de la suya propia.

¿Cómo ven el mundo de la moda en la actualidad y cómo ha ido evolucionando desde que nació Goymar?

Goymar en todos estos años ha vivido las dos crisis económicas del sector textil, la primera entre finales de los 80 y principios de los 90 y la segunda, la que estamos viviendo todos. Nuestra forma de salida es adaptarnos a la circunstancia, cambiar o morir, adaptarnos a los tiempos y a las necesidades del mercado. Es muy satisfactorio ver que cada vez más el cliente valora el “hecho en España”, nuestras empresas cada vez se abren más al mercado internacional. La moda España tiene un futuro prometedor que está creciendo paso a paso.

“Cierto es que hay intrusismo en muchos sectores, pero en el nuestro no es sólo cuestión de creatividad, es imprescindible una base sólida de formación”

Los trabajos creativos en la actualidad suelen sufrir de cierto intrusismo de gente sin formación. ¿Lo detectan también en el sector del diseño?

Cierto es que el intrusismo existe en muchos sectores, pero en el nuestro, no sólo es cuestión de creatividad o buen gusto, es imprescindible una base sólida de conocimientos técnicos sino es imposible sacar un trabajo adelante. En dinero o el nombre en nuestra profesión es muy importante pero si no te rodeas de buenos técnicos no hay futuro en el mercado. Estamos en un momento en el que el cliente valora la calidad por encima de la marca, hoy te compra por la novedad, por la publicidad pero si tus prendas no cumplen su expectativa pierdes el cliente.

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